Panhard PL17

Estos sí que eran autos lindos. Pobre kinetic design...

La aparición de un muy buen artículo sobre la actuación de el equipo Panhard en nuestros Grandes Premios Standard, en una extraordinaria revista sobre obituarios y clasificaciones de competencias de clásicos y antiguos me hizo recordar aquellos tan lindos autos franceses.

Una de las primeras marcas de la industria del automóvil fue Panhard, sino tal vez la primera, cuando por 1890 apareció por París el primer vehículo de esa marca, pero sus orígenes en realidad se remontan a 1865 cuando en Faubourg Saint Antoine, Jules Perin (a veces figura Jean Louis) se asoció con René Panhard  (1841-La Bourboule, 1908 Puy-de-Dome, France) para ocuparse de la fabricación de máquinas para  aserraderos.

En 1878 Perin-Panhard ingresan un nuevo socio, Emile Levassor (1844-1897),  al morir Perin la firma se transforma en Panhard-Levassor, algunos años después entran en relación con  el Ing.Edouard Sarazín,  poseedor de la licencia para fabricar en Francia el motor de combustión interna de Gottlieb Daimler, a quien tras su súbita muerte debió reemplazar su viuda que a su vez terminó casada con Levassor. (Ven como sin querer llegamos casi a los chismes de alcoba)

Panhard-Levassor no solo fue la primera firma  en poner un auto en la calle  sino que dejó huellas imborrables en  la industria automotriz, aunque lamentablemente no sobrevivió.         Técnicamente siempre hicieron importantes aportes a la naciente industria y fueron  los primeros en fijar el esquema que fuera norma durante mucho tiempo: radiador frontal, motor delantero, embrague (no embriague, es otra cosa), caja de cambios a continuación y tracción trasera. Así como el mando del embrague por pedal.
Aunque Levassor falleció en 1897 por las secuelas de un accidente en carrera en 1896 y la marca pasó a ser Panhard, siempre conservó la L en su logo como recuerdo al socio fundador, creador, diseñador y piloto de pruebas.

Panhard fabricó automóviles muy apreciados, de lujo,  calidad y con soluciones de avanzada, con motores de 6 y 8 cilindros, algunos modelos dotados del sistema ideado por el norteamericano Charles Knight, de válvulas a corredera o camisas deslizantes. También incursionó con éxito en el negocio de producir motores para aviones que fueron muy eficientes y famosos.


Al finalizar la IIGM el pionero de la tracción delantera  Ing Jean Albert Gregoire (que asociado a Pierre Fenaille patentó  las juntas homocinéticas TRACTA) había diseñado un automóvil revolucionario con un motor de 610cc de cilindros opuestos, equipado con ese sistema y carrocería moderna cuyos derechos fueron comprados por Panhard para producirlo y significó un gran éxito para la marca, que antes de la guerra no había producido vehículos populares y al fin del conflicto se propuso incursionar en ese mercado, tratando de adaptarse a la realidad del momento.

En 1946, se presentó como PANHARD DYNA con un motor bicilíndrico boxer, refrigerado por aire, tracción delantera, muy parecido al que después equipó el Citroën 2CV pero con una característica diferencia: las válvulas estaban provistas en vez de resortes helicoidales,  de  barras de torsión. En 1949 en una segunda versión se aumentó la cilindrada a 745 cc.
Batacazo!. Estos autos  sorprendieron por su rendimiento y además de satisfacer a los usuarios dieron lugar a  grandes triunfos tanto  deportivos como comerciales por lo que se agregaron versiones deportivas, que se destacaron en Le Mans y en el Rally de Montecarlo, también surgieron realizaciones exclusivamente deportivas basadas en su concepto algunas de las cuales obtuvieron importantes premios en cuatro oportunidades en Le Mans.

Posteriormente con una carrocería más moderna aún aparecieron con el mismo esquema en el Salón de París de 1953 los Dyna 54, totalmente carrozados en aluminio prolijamente  aerodinámicos, estudiados en el túnel de viento por el Instituto Aeronáutico de Saint Cyr, y el motor trepó a 850 cc. Un auto  elegante, sumamente espacioso,  agradable,  de moderna apariencia y asombrosas prestaciones atendiendo a su cilindrada, con un consumo mas que razonable superaba los 130km/hora, en ese tiempo privativo de mayores cilindradas.

Siguiendo la característica de la empresa de estar un paso adelante este auto tenía carrocería de aluminio, soldada sobre un chassis-piso-plataforma de esa material.

Al llegar 1959 es actualizado  como   modelo PL (por Panhard-Levassor) 17 también conocido como Tigre. Su carrocería integral  ahora construida en acero pero sumamente liviana con partes de   aluminio y mejorada aerodinámicamente, basado en el modelo anterior,  desarrollado y actualizado, mantuvo el motor con block y tapas también de aluminio de 850cc que entonces suministraba 52 HP.

En 1961 este modelo fue ganador nada menos que de la general del Rally de Montecarlo (M. Martín-R. Bateau).
Ubicaba en sus asientos enterizos seis personas. A la usanza de la época,   las puertas delanteras  abrían peligrosamente a contra viento. Otra característica sobresaliente de su carrocería era que el capot abría completo, frente y guardabarros incluidos, dejando al descubierto el motor y los pasa ruedas. Se conocieron versiones cuatro puertas, furgón y convertible.
Estos lindos autos eran bastante comunes en Uruguay donde en esos años no estaba prohibida la importación como acá,  se armaban con partes  que venían de Europa y asombraron interviniendo en nuestros Grandes Premios del A.C.A. , esos que alguna fueron Standard, otras TM, otras Anexo J., en un equipo precisamente de esa nacionalidad, regalándonos actuaciones espectaculares, y todos los años esperábamos como se resolvería ñla trenzada con los autos nacionales.

Hasta que en 1962 gana su categoría su categoría nuestro hermano  oriental   Ramiro Balcarcel con uno.

Es una pena pero su éxito no alcanzó para salvar a la empresa que se debatía en grandes dificultades cuando a principios de 1955  Citroën asumió el control de Panhard. Poco a poco los modelos fueron integrándose y desapareciendo esta  marca totalmente hacia 1966, cuanto su último modelo el 24CT pasó a llevar la marca Citroën, y nunca mas apareció un Panhard.  

Así desaparecía el primer fabricante en poner un auto a la venta en el mundo.

Esto nos lleva al planteo de siempre, un tema es saber hacer autos (o cualquier cosa) otra muy distinta es saber hacer andar un negocio o una empresa. No por hacer el mejor producto o el mas vendido se tiene como resultado un éxito económico. Esa es otra especialidad, a veces mas  difícil que la primera.

En la actualidad la marca Panhard, alejada del mercado automotriz civil,  es propiedad de una empresa  abocada a la producción de material táctico militar liviano.

Bocha Balboni