AUTOCLÁSICA – Una historia de diez años… (Parte I)
Por: Rafael “Turbo” Manrique

Se aproxima una nueva edición de AutoClásica, la muestra de automóviles antiguos que tuvo la oportunidad de lanzarse intensivamente convocando a todos los Clubes, Coleccionistas, Publicistas, Marketing, Empresas, Entidades, Stands, Mecánicos, Pilotos, Navegantes y Restauradores.

En las ediciones transcurridas, participaron dueños de los vehículos en la República Argentina y Latinoamérica, como así también del exterior.

Iniciemos un “viaje” de una década para informar históricamente anécdotas, testimonios, recuerdos, que se verán reflejados “…año tras año…”, desde su comienzo en 1998.

Acompáñenme, disfruten del ambiente especial que se percibe…

¿...Qué es Auto Clásica…?

Es una exhibición de automóviles y motos antiguas, que pueden participar en “Concursos de Elegancia” –llevadas a cabo en distintas ediciones- con los días y lugares indicados. Se desarrollan diversas actividades, tales como: promociones, comerciales vinculados a la industria, comercio automotor, etc.

Asimismo, grandes empresas y las PYMES nacionales impulsan ventas de bienes expuestos por los participantes y presentadores, con un alcance que busca un intercambio directo con el público visitante.

Patrimonio Automovilístico

Debemos considerar que desde el momento de la apertura se convierte en “...el evento del año...”, donde se exponen las mejores piezas rodantes. Dentro de un marco imponente, para regocijo de los entendidos y no tan apasionados al tema, las máquinas dejan embelesados al visitante al desplegar tanta belleza mecánica.

Los restauradores promocionan sus trabajos de reparación como así también la fabricación de “transportes”, “carruajes a caballo” o “locomotoras”, “carros”, “locomoción”, “baquets”, evocando así los primitivos autos de carrera criollos.

Los pioneros

El Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina (CACRA), fundado en 1965, integra a un grupo de amigos que se preocupó por rescatar del abandono y el olvido a los automóviles clásicos, históricos y vintage, que decidió unirse para defender esta idea. Siendo la primer institución de Argentina dedicada a ellos.

Su domicilio se encuentra en la calle Alsina Nº 586 de la ciudad San Isidro, en la antigua Casona Colonial del Barrio Residencial, donde también funciona una biblioteca especializada. Unos 28 años más tarde, ostentaría el título de Autoridad FIVA (Federation Internacional des Vehicules Anciens) para nuestro país. Esta Federación actúa como eje principal congregando mundialmente a los diferentes Clubes de Colección.

Entre otras actividades, el CACRA lleva a cabo el Rally “Apertura” y “Clausura”; la periódica “Reunión Social” entre los miembros; el tradicional “Desafío Ford-Chevrolet”, competencia entre los propietarios de las clásicas marcas de nuestro TC que tiene lugar en el Autódromo “La Ñata”, en el Partido de Tigre; y la Cena anual de fin de año.

Ediciones de Auto Clásica

Auto Clásica 1998.- Nace un proyecto...

Según palabras de Miguel Devoto: “...Cuando decidimos presentar Auto Clásica, nuestra idea era que no se sigan perdiendo más vehículos históricos. Modelos muy importantes se perdieron porque la gente no conocía su valor. Con este Festival, además de generar simpatía por los autos, el público va aprendiendo que el automóvil es arte, que es parte de la cultura de un pueblo…”

Al Club se le reconocían 500 automóviles inscriptos en perfecto estado, restaurados y en condiciones de circular, tal como salieron de fábrica. La entidad siempre diversificó actividades de convocatoria a nivel nacional e internacional. A lo largo de su carrera, el Club fue entusiasmando a sus coleccionistas. Después, la AAIAyA (Asociación Argentina de Importadores de Automóviles y Anexos) y el ACA (Automóvil Club Argentino), decidió editar su revista “Rueda Rudge” en Septiembre de 1998, junto al Gran Premio “Recoleta-Tigre”.

Ésta fue la primera competencia automovilística de ruta abierta en 1906, donde participaron modelos anteriores a 1900 en estado original. En sus inicios la institución organizó el Rally “Fin del Mundo”, considerado como primer Rally Internacional de Automóviles Clásicos, siendo disputado a través de los bellos paisajes de la Patagonia Argentina.

Los días 14 y 15 de Noviembre de 1998, en plena primavera, se realizó en las instalaciones del Hipódromo del Jockey Club de San Isidro, situado al norte de la Capital Federal, la primera edición de AUTOCLASICA llamada PRIMER FESTIVAL DE AUTOMÓVILES CLÁSICOS; convirtiéndose en la reunión más importante del país relacionada con los automóviles de colección, al mejor estilo de las que se llevan a cabo en todo el mundo.

Era una verdadera fiesta para los “fanáticos” que manejaban autos antiguos y lujosos. Fue destacable la labor de Roberto Fernando “Bobby” Gómez, fallecido en Abril de 2008, quien trabajó intensamente resguardando y preservando hermosas piezas de la industria automotriz de todos los tiempos. Como Secretario del CACRA, transcurriendo 1999 en la Comisión Organizadora, destacó que el evento “...nació porque pensamos que sería maravilloso estar en un jardín grande, tomando una copa junto a los autos que tanto amamos...”
 
El predio donde se realizó se comunicaba por Av. Santa Fe y la Av. De la Unidad Nacional. Todo generaba gran expectativa. Se ultimaron los detalles y con un cielo despejado, esperando que el clima acompañara, las puertas comenzaron a abrirse, ingresando una enorme cantidad de gente, que se acercó a ver esta Exposición de Auto Clásica, que “...No se suspende por lluvia...”, lema reiterado en las futuras ediciones.

Los concurrentes admiraron antigüedades expuestas en los diversos Stands... Uno de ellos, fue el de la Revista y Programa “A Todo Motor”, encabezado por Rubén César Daray, ex-piloto de Turismo Nacional cuya carrera automovilística comienza desde aquel Fiat 128 IAVA, luego la Mercedes-Benz 450 SLC Coupe en el Rally Internacional “Vuelta a la América del Sud”, y luego en 1985 con una Ford Sierra XR-4 4p obtiene el Campeonato de TC-2000.

Daray presentó diferentes actividades montado sobre el Stand ATM preparado para la ocasión. Por su iniciativa, se otorgaba el Premio “A Todo Motor” donde la gente participaba votando y eligiendo al auto preferido de la muestra. El “Auto de la Gente” fue logrado por un Locomobile 1924, cuyo dueño era Pedro Mond; la marca Ford también fue muy votada. Además, se podía conducir un simulador F-1, llevarse revistas, calcos, etc.

Con el “Auto-Jumble” se dio el puntapié inicial para que los expertos intercambiaran piezas, accesorios, surtidores, carteles publicitarios, etc. Sin duda fue un gran acierto establecer este encuentro, puesto que en años venideros alcanzarían el mejor nivel de organización.

Todo bajo control, el Presidente Devoto, integrante del “famoso” equipo oficial de la marca Ford, fue quien revivió otras etapas dirigiendo los Ford Falcon TC, conducidos por los pilotos Atilio Viale Del Carril, Rodolfo De Alzaga, Oscar “Aguilucho” Alfredo Gálvez, y Daimo “Ruso” Bojanich. Estuvo al frente del Club Ford V-8 de la República Argentina, durante el desarrollo del IVº Gran Premio YPF ACA Histórico de la República Argentina, en 2006. Corrieron unas treinta “Cupecitas TC” modelos Ford V-8 TC 1937-38-39-40.

Hubo 300 ejemplares valiosos de todas las épocas, presentados en muy buen estado y conservando su línea original. La banda musical hacía sonar sus instrumentos recibiendo a los entusiastas llegados del interior del país y de la República Oriental del Uruguay. A pesar de la lluvia, los organizadores, propietarios de autos y nuestro público, seguían adelante cumpliendo con el programa establecido.

Concursos, su particularidad...

Se premiaba la originalidad, conservación y restauración del vehículo; lo decidía un jurado compuesto por Jack Greene, Alberto Lichstestein y Dick Alexander. En el Auditorio de Elegancia, votaron los contribuyentes más adeptos del Club de Automóviles Clásicos, como el Comité de Honor integrado por el Arq. Clorindo Testa y Jorge Ferreyra Basso.

En “baquets” conquistó un Graham Page 1924 y la Primera Mención fue para un Studebaker 1927. En “Veteranos hasta 1918”, la Primera Mención fue para un Cadillac Tourer 1912, y el triunfo se lo llevó un Cadillac Tourer 1917. La “Vintage (1919-1930) Gran Serie” fue para un Lincoln Doble Phaeton 1924, y un Cadillac Doble Phaeton 1928 obtuvo la Primera Mención.

En “Vintage Gran Turismo”, ganaría Spa S 23 Torpedo 3p 1922, mientras que un Vauxhall 30/98 Wensun Sport 1926 se llevó la Primera Mención. El Concurso de Elegancia compartió tres ganadores: Mercedes 1908, Delage D8 Coupe 1932 y Cord 812 S Coupe Convertible 1937. Otros premiados fueron: “Post -Vintage (1931-1942) Gran Serie” obtuvo el Cord 810 Coupe Convertible 1936, y un Cadillac Coupe Convertible 1941 la Primera Mención.

En “Post-Vintage Gran Turismo”, un Delage D8 Coupe 1932, y un Morgan Aero Cyclecar 1932 la Primera Mención. La “Post-Guerra (1946-1962) Gran Serie”, Primera Mención para Mercedes-Benz 300 Convertible 1952 y Jaguar XK150 Roadster 1958. En “Post-Guerra Gran Turismo”, una Ferrari 295 Vignale.

En “Contemporáneos Gran Turismo”, fue para un AC Cobra 427, mientras que la Maserati 3500 Vignale 1963 logró la Primera Mención. En “Contemporáneos (1962-1980) Gran Serie”, le correspondió a Ferrari 365 BB 1975 y a De Tomaso Pantera la Primera Mención. En “Monopostos” un Ford Cragar fue el ganador, mientras que un Padovani Special  tuvo la Primera Mención.

Para las motos, el laurel CAC a través de Wenceslao Luiggi Arias –quien ofició de Jurado- premió a Martín Ferrero con su Frera 1906 bien conservada. El Club Norton distinguió al Norton M-18 1934 en manos de Mario Mesones. Luis Gold, con su Indian 1947 con sidecar, recibió una plaqueta de honor, al igual que la BMW R-50 de Alberto Maratea –piloto de “Regularidad” y “Vueltas” históricas- por su restauración.

Hubo varios premios especiales: la Copa “Warsteiner”, conquistada por el auto más antiguo, Krieger Eléctrico 1898, entero a pesar de sus 100 años anduvo a la perfección cuando subió a la rampa; su dueño era Alberto Lichstestein. La Copa “Cacho” Pieres, entregada al Cord 1937 y uno similar ganaría el Concurso de Elegancia. La Copa “Chevrolet/Audi” fue para el Chevrolet Corvette 1960 de Ricardo Botte. Después, la Copa “Irigaray” la ganó un Special Pierce Arrow de Rodolfo Iriarte. Por último, la Copa “Malbrán” recayó en un Lancia Lambda Cabriolet “Sinatra” de Miguel Politis.

Buenos resultados

Jorge Dunstan, recientemente desaparecido, miembro de la Comisión Organizadora, realizó un balance: “...Auto Clásica, particularmente el Sábado, fue un éxito total, no sólo en cantidad de autos en exposición sino también en cantidad de público...” “...El tiempo el Sábado nos acompañó absolutamente y tuvimos mas de diez mil personas y, a pesar de que el Domingo llovió durante todo el día, hemos tenido más de cuatro mil asistiendo a la muestra...”

Continuó Dunstan: “...Esto se debió a la difusión que nos dieron muchos medios, como A Todo Motor, y a la difusión que nos dio también la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de San Isidro. Así que resultó un éxito total, estamos muy conformes, y ya estamos tomando nota de los errores que hemos cometido para que el año que viene no los reiteremos…”

Los restauradores

Estaba presente Ricardo Lasivita, socio del Club de Automóviles Clásicos y gran experto del tema. Sus conocimientos permanecen intactos dedicándole mucho tiempo a los autos antiguos. Esto ayudó a darle continuidad al compromiso, siendo requerido para dar información sobre repuestos y accesorios faltantes, cuando se presentaba la circunstancia. Se estableció así una especie de “red arqueológica”, donde el público visitante podía conocer las piezas que le eran necesarias.

Dos ediciones más tarde, en el 2000, obtendría el Segundo Premio con su eterno Ford A 1930; esa jornada inolvidable llena de emoción, orgullo, deleite y sensaciones indescriptibles fue el justo y merecido homenaje a su capacidad y responsabilidad. Su objetivo fue resolver los contratiempos que se presentaran, solucionándolos en forma plenamente satisfactoria sin alterar la originalidad del producto.

IIº Edición Auto Clásica 1999.- Continuaba el desafío…

El pintor Jorge Ferreyra Basso, diseñador y coleccionista de autos, creó automóviles de TC, fue gerente de diseño en la GM Argentina y pasó a Opel, Alemania; luego a Detroit y volvió a Alemania en 1997, donde trabajó procesando nuevos productos. En sus declaraciones, relató que valoriza los autos antiguos y los inmortaliza.

“…Siempre busco poner en mis cuadros el dinamismo, ya que éste se mueve por sí sólo, esforcémonos por lo tradicional, antiguo, legendario, son algunas de las expresiones que generalmente se utilizan para definir un auto clásico, y está bien...” ¿...Qué es un clásico, qué define su valor...? establece para seguir con la reflexión: “…Esta retrospección es uno de los sustentos del auge y éxito de muestras como Auto Clásica o pruebas como la Recoleta-Tigre, en la Argentina, o la London-Brighton, en Inglaterra, donde sólo pueden tomar parte vehículos producidos hasta 1904...” Y sigue: “…Allí, si observamos atentamente, vemos los distintos estilos y gustos de los coleccionistas...” “...Están los que se desviven por pulirlo y también están los que les interesa que el vehículo sea lo más original posible, sin preocuparse por lo ajado de los tapizados o lo cuarteado de la pintura. Para mí, esta última es la opción más interesante. Es más, en Europa la tendencia es la de encontrar restauradores que dejen el auto con la apariencia que da la pátina del tiempo...”, concluyó emotivamente.

Los dueños de los deslumbrantes vehículos, combinan el entusiasmo de exhibir no sólo la utilidad, armonía, calidad y buen gusto que ganó un lugar en el corazón de la gente, sino que la ocasión es propicia para lograr amistades y negocios. Intentemos acercarnos a los alrededores del Hipódromo San Isidro. Mas de 400 autos recuerdan sus días de gloria y nos seducen en la mayor muestra de vehículos históricos de la Argentina. De nuevo, Devoto declara sobre el Festival: “...Quisimos reunir en un lugar agradable, al aire libre, a los autos mas lindos. En esta segunda muestra incorporamos más modelos...”

Pactada para los días 26, 27 y 28 de Noviembre, nos develó otra obra de arte esta nueva AUTOCLASICA 1999 FESTIVAL DE AUTOMÓVILES CLÁSICOS en movimiento. Auspiciándola desde Clarín X, revistas o programas de TV, se ubicaron por Av. Unidad Nacional Thames y esquina Santa Fe, Acassuso. Organizó el encuentro el CAC, y otras instituciones sumaron su estructura a los stands.

Entre ellas: AVC (Argentina Volkswagen Club), la AAAS (Asociación Argentina de Automóviles Sport), AAC (Asociación Argentina del Corvette), ATCA (Asociación Turismo Carretera del Ayer), el CAR (Club Alfa Romeo), quien aportó auspicio publicitario, el CCA (Club Cisitalia de Argentina), CAS (Club de Automóviles Sport), CFA (Club Ferrari de Argentina), Club Ford V-8, JC (Jaguar Club), MG Club, NCBA (Norton Club de Buenos Aires), PC (Porsche Club), RA (Registro Antique) y VCA (Volvo Club de Argentina).

Se reservaron sitios a vehículos modernos. Aquí se vio un voluptuoso Dodge Viper color blanco, varios Ford Mustang y Corvettes. Pese a contrastar con otros autos antiguos, hasta nuestros días aún conservan su aire seductor.

Volvamos a Gómez, donde nos explicaba cómo se iban a generar las instancias del evento: “...Esta es una muestra dinámica, no un encuentro fashion. Verlos en marcha prueba que el esfuerzo por mantenerlos en perfecto estado de conservación es un verdadero placer, tanto para los grandes coleccionistas como para las personas que, después de años de duro trabajo, pudieron refaccionar su único auto. Esta no es una actividad exclusiva ni elitista, como generalmente se cree...”

Se prepararon áreas reservadas para participar en el Concurso de Elegancia, los rodados excepcionales y mejor conservados, cuyos candidatos buscaron el Circuito Centro del Parque. Cumplidos los requisitos, se armó la “pista” circular –precedidos por cortejo de malabaristas y bandas- y los postulantes se presentaron al premio. El ganador recibía, además, la Copa La NACIÓN. Era obligatorio que la unidad estuviera funcionando. Los atractivos modelos de todo tamaño, intentaron impresionar al Jurado de Notables para llevarse la distinción mayor. Propusieron grandes desafíos como el de elegir el Coche del Siglo, cuyo resultado sería publicado luego en el Suplemento Autos de dicho periódico.

Asimismo, fueron premiadas las mejores categorías por su estado de conservación y estilo, recibiendo un trofeo. A ellos se les agregó la exposición de motocicletas, algunos modelos exquisitos como la italiana Homero Militar Plegable 1910, la francesa Peugeot 1911, la Indian con sidecar 1912 y una Ripper Monocilíndrica del mismo año. Las Harley-Davidson con sidecar 1918 que participaron en la Edición de “Recoleta-Tigre”, y la poderosa Matchless G80 1947 hasta 500 cc, deleitaron al público presente, siendo un privilegio verlas junto a las míticas motos norteamericanas y europeas de todas las épocas.

Nostalgias

Cerca de 500 vehículos ocuparon la zona verde del predio, dividida en ocho categorías. El Ford K 1906, lo presentó el empresario Gregorio “Goyo” Pérez Companc, quien expuso 20 coches seleccionados para la Muestra, mantenidos en perfecto estado. Su unidad completó el trazado “Recoleta-Tigre” y se ubicó en primer lugar por competitividad, habilidad exclusiva del Ford. Corrió Los Cocos, en la Provincia de Córdoba, como Veteranos, construido hasta 1918. También presentó su Ferrari F50 roja furiosa 1998, que sigue siendo única y despierta un verdadero entusiasmo en la exhibición. No faltó a la cita su Ford Cobra 427 1966, que usó en las “Mil Millas Sport” Edición 1998-99 fiel a su estilo, navegado por su hija.

Otro caso es el de Miguel Angel Politis, quien se esforzó para que su Fiat 501 Speciale 1919 luciera como las primeras décadas. Hubo además unidades Chevrolet y Citroën exhibidas, Jaguar convertibles y algunos 3.5 Saloon. Dejando de lado el “confort”, se pudo apreciar el ingenio y la artesanía de los pioneros en la industria del automóvil. Había otros grupos integrados por los Vintages, fabricados desde 1919 hasta 1930. Se destacó en Sección Deportes –disputó varias competencias- un Studebaker Baquet Motor Big Six rojo 1921, perteneciente a Vlado Vukojicic.

Cuando le preguntaron a Santiago Frasier Aragunde, ¿...Qué diferencia hay entre conducir un vehículo moderno y uno antiguo...?, respondió “...Es simple, la misma que entre subirse a un avión y andar a caballo...” dijo el dueño de un Studebaker Dictadore Touring 1928 y otro de 1990, “...Restaurarlos me llevó nueve años...”

También en la Muestra, emocionaba ver los Alfa Romeo y Bugatti de principios de los años ‘30, Pos-Vintages, 1931 y 1942. Se vio un Plymouth PE Sedan 1934, con una impecable carrocería gris perla y en cuyo interior se apreciaba un tapizado en pana color beige oscuro. El instrumental del tablero funcionaba perfectamente.

Los coleccionistas volvieron cada vez más atrás. Buscando desde décadas del ’50, ’60, ’70 y ‘80 a los de Pre-Guerra, Pos-Guerra, de 1946 a 1960. Los Contemporáneos, iniciándose en 1961 y finalizando en 1982. Otra atracción fueron los “Artesanales Argentinos”, automóviles originales de desarrollo local, tanto en serie como modelos exclusivos. Los Monopostos, con innumerables triunfos en su historial, congregaron amantes de la velocidad deportiva.

La trascendencia del “Clásico” depende directamente del impacto que causó su aparición, marcando una época límite en la Historia del Automóvil. Estos autos, a pesar de su gran comercialización al exterior, nos fascinan por excelencia, siendo objeto de admiración y anhelo. Claro ejemplo fue un Jaguar MK II, coche atractivo en su forma y proporción, vehículo hermoso fabricado en todo tiempo y lugar.

Un stand muy especial…

El Diario “La Nación”, con su Suplemento Autos, ubicó su puesto en el centro del predio, frente al restaurante habilitado en las instalaciones. Allí, los entusiastas fierreros podrían consultar e investigar en el “rincón de lectura”, donde se ubicaban los famosos ejemplares. Una divertida propuesta para el público fue la de intervenir en un juego de “Ta-Te-Ti” grande, que consistía en ganarle al “canillita” el partido. Su premio consistía en recibir la magnífica Enciclopedia “La Historia del Automovilismo Deportivo” (1999), escrita por el inolvidable periodista Alfredo Parga quien nos dejaría en el año 2004.

Estaban exhibidos dos “camioncitos” de 1935, que se dedicaron tres décadas a la distribución del diario a principios del siglo XX. Uno de ellos, de tradicional color verde inglés, perteneció al Diario El Internacional. Fue fabricado en los Estados Unidos, con un motor 86 CV y 6 cilindros que pudo alcanzar los 100 km/h. El señor Oscar Carranza, empleado del diario por más de seis décadas, relató las vivencias de su padre, que fue uno de los chóferes de la flota de camiones de La NACIÓN, puesta en marcha a fines de la década de 1920.

“...La mayoría eran marca International, pero también había un Packard muy grande, que llevaba las bobinas de papel desde el puerto hasta la planta impresora...” “...Todos descansaban en el garaje de la Avenida Paseo Colón, pasando por la Facultad de Ingeniería, donde también había un taller para el mantenimiento de los vehículos...”, explicó. Contaban también con un Ford rojo norteamericano, con propulsores 86 CV y 8 cilindros V, llegando a desarrollar 110 km/h de velocidad máxima.

Orgullosamente, el camión Packard todavía sigue marchando a la perfección. Lo utilizaron desde 1935 hasta 1978, y luego fue donado a la SDDRA (Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas), entidad creada el 30 de Octubre de 1945. Uno de sus fundadores fue Don Andrés Taboada, y su hijo Jorge –de profesión idéntica a su padre- comentó: “...Originalmente, los diarieros iban hasta la planta para retirar los ejemplares...”, “...En los años 1930, gracias al asfaltado de las calles, el traslado que antes se hacía en carros o en tranvía pasó a realizarse con camiones...”

Marcas clásicas…

Señalamos un Merdeces-Benz 300 SL y el Rolls-Royce Saloon, que no llamaron mucho la atención. En cambio, sí atrajo el Messerschmitt alemán 1950 mixto que puede llevar hasta dos pasajeros, uno adelante y otro atrás. Estuvo también presente y especialmente invitado, el rodado ganador que participó en las “Mil Millas Sport de la República Argentina”, disputada en rutas Patagónicas Argentinas y “Las Costaneras”, ediciones 1999. Nos referimos al Alfa Romeo Giulietta Sprint Veloce 1957, cuyo propietario era Daniel Claramunt. Este mismo auto lo manejaron los italianos Luciano Viaro y Rossella Lavate.

Otro amante de los clásicos, Cesar Sorkin –excelente piloto de regularidad argentino- expuso su Lancia Aurelia B20 1956 sobre el recinto especial. Analizó lo siguiente: “...Juan Manuel Fangio dijo una vez que consideraba que este auto era el mejor para competir en la categoría de Gran Turismo…” “…Con este auto corrió las Mil Millas italianas, y puedo darle la razón...”

Otros vehículos de alta calidad bien presentados para la ocasión, que triunfaron victoriosamente en pruebas de regularidad, fueron los Honda S800 1966, uno de los cuales era biplaza amarillo descapotable y cuyos dueños, los Hermanos Pulenta, piloteaban con destreza. Otro era conducido por el matrimonio Giuliano Cané y su esposa Lucia Galliani.

El señor Ricardo Zeziola aportó su restaurado Pronello Ford Halcón 1969 del equipo de Turismo Carretera Ford; cuyo diseño en competición fue de Heriberto Pronello. Los otros modelos eran dos Huayra, que fueron piloteados por figuras ilustres del automovilismo nacional como Carlos Alberto “Lole” Reutemann, Carlos Pascualini y Jorge “Nene” Ternengo, dando muchas satisfacciones en sus desempeños.

Acudieron a la cita los ómnibus históricos ingleses, los famosos Leyland Double Decker de dos pisos que estaban funcionando normalmente, llevando gentilmente a los concurrentes desde el ingreso hasta el centro de la Exposición. El MACBA (Museo del Automóvil de la Ciudad de Buenos Aires) proporcionó las unidades. También tuvo su lugar el MACA (Museo del Automóvil Club Argentino), con diversos automotores.

Frente a los Stands de “Autojumble” y “Automart”, auténticos conocedores y artesanos de los fierros, se podían oír algunos comentarios como: “¿...Sesenta kilómetros de máxima, nada más...?” o “...Si pudiera subirme, en realidad no me importaría...” Aficionados y profesionales presentaron en la feria todo tipo de piezas y repuestos, exhibiendo legítimos accesorios, surtidores, insignias, ópticas, llantas, chapas, patentes, caños de escape, etc. Un verdadero paisaje tuerca indescriptible...

Una semana más tarde, la exigencia fue mayor...

Párrafo aparte merece otro evento organizado por el Club de Automóviles Clásicos de San Isidro, que le tocó poner en marcha un Rally Nacional con epicentro en la ciudad balnearia de Pinamar, ubicada sobre rotonda de la Ruta Inter-balnearia Nº 11 de nuestra Costa Atlántica. El club es miembro de la FACACH (Federación Argentina de Clubes de Automotores Clásicos Históricos), entidad creada en 1992 con unos 55 socios y 11 representantes que reconoció la prueba con puntaje internacional.

La FIVA orienta sus definiciones y reglamentos deportivos, adecuándolos a realidades nacionales y logrando así la habilitación vehicular para participar en cualquier rally internacional. Se experimentó en rutas abiertas de varios kilómetros, recorriéndose todo el trayecto planeado, arriesgando a realizar una carrera de regularidad bajo la lluvia intermitente.

A pesar del mal tiempo, se disputó a pleno el rally “oficial” con premios para los participantes inscriptos en dicha ocasión. Satisfacción y alegría por mayor, no se vio empañado ese inolvidable fin de semana, que reunió a amigos y desafiantes aventureros.

IIIº Edición Auto Clásica San Isidro 2000.- Broche de Oro..., en el nuevo milenio

Por fin llegamos a la justa coronación del esfuerzo, ilusiones y expectativas de AUTOCLASICA 2000 TERCER FESTIVAL DE AUTOMÓVILES CLÁSICOS, realizándose los días 10, 11 y 12 de Noviembre, avalando sus dos primeras ediciones, sumamente exitosas. Gran promoción en todos los medios, y la promesa de agregar más de 300 a 400 autos como protagonistas expuestos sobre el predio asignado por los responsables.

Obviamente, encontrábamos a un viejo conocido: el señor Máximo Palmbaum, por aquel entonces Secretario del CAC, protagonista de pruebas históricas “Vueltas” y los “Circuitos” también. Aportó lo suyo, inscribiendo a personas interesadas en participar de la mega-exposición.

En lo que se refiere a la calidad de los autos presentes, superó todo. Más de 30 Clubes exhibieron sus pertenencias. Únicos, muchos conocidos anteriormente y otros especialmente traídos para el evento. Ganadores de Pebble Beach-California, le dieron excelente nivel alcanzando una jerarquía similar a las realizadas en otras partes del mundo. Lamentablemente, el mal clima se hizo presente pero no afectaría la fiesta ni el esfuerzo de los organizadores en ningún sentido: cerca de 30.000 personas recorrieron con “delirio” la exposición en el Hipódromo de San Isidro.

La magia de los autos pequeños...

Fue como retrotraer las viejas glorias de carreras de los Grandes Premios Standard de la década del 1957 al 1967. Antigüedades de fabricación nacional ó importada, recuperadas y restauradas, conservan los clásicos motores de baja cilindrada. Sus motos- vehículos denominados “Scooters” tienen más de 30 años. El CASyMC ó CMC, en lo más alto del podio, resultó ser elegido como “Nave Insignia” con el coche alemán Messerschmitt KR 200. Su propietario, Jorge Lizardo, Presidente de ese Club, se animó a concurrir en el “Concurso de Elegancia”, categoría “Pos-Guerra Europeo”, en la cual los vehículos no tenían distinción de tamaño ó cilindrada, fabricados en Europa del 1945 al 1962. Arrasaría con todas las “fijas” del Hipódromo.

Luego traería la impecable unidad al recinto para que allí fuera expuesta junto a la copa lograda. Cuando “rodó” el Messerschmitt, captó la atención del público y abundantes seguidores se sintieron obligados y convocados a ese “desfile de rigor”, algunos atraídos por la extraña curiosidad del bello artefacto y otros por la añoranza de haberlo visto transitando nuestras calles décadas atrás. Su dueño, posteriormente en 2007, con un Fiat 600 desafió los barriales acreditándose también el Primer Premio del “Clásico Nacional” Concurso de Elegancia.

Dentro de la exposición, fue notable la asidua concurrencia al Stand del Club Argentino Scooters y Micro Coupes ó Club Micro Coupe, para observar y apreciar: un NSU Prinz, un De Carlo Minicar, dos BMW De Carlo 700 Sedán Glamour, el BMW Isetta 300, Isard Goggomobil TS 400 Coupe, BMW De Carlo 700 Coupe, incluso un Fiat 600 y la Siambretta 150, todos ellos admirados por grandes y chicos.

La razón de esta particularidad, según Gustavo Begega, quien representó al Auto Unión DKW Club de Argentina y se hizo acreedor al Primer Premio en su categoría “Nacional Gran Serie”, “…es que estos autos están muy cerca de todos los días...”, explicó. Son nobles, austeros y rendidores; mantienen su vigencia. En el año 1999, la mayoría del periodismo mundial que vino a la muestra lo había incluido entre los cinco “Autos del Siglo”, junto a históricos notables como el Mini Cooper, los Ford T y el VW Escarabajo, entre otros.

Premio a la Elegancia

Los vehículos son observados por los miembros de un jurado idóneo, sumamente exigente y conocedor, integrado por expertos locales y extranjeros. Los tres días revisan si cada coche participante cumple lo pautado, basándose en un esquema de puntuación muy riguroso. El jurado del concurso galardonó al pequeño “ratón” Messerschmitt nada menos que con el Primer Puesto, junto a los votos favorables del Comité Calificador.

Sus rivales fueron: Mercedes-Benz, Austin Martin, Maserati, Ferrari, BMW, Alfa Romeo y otras grandes joyas del mundo automotriz. Es de destacar que el concurso estaba destinado principalmente a vehículos homologados por FIVA, más aquellos que a criterio del Comité Especial superara ciertas exigencias de calidad en restauración, originalidad, etc.
 
Otra categoría, como la “Vintage-Americano”, agrupaba varios autos construidos entre 1919 y 1930. Obtuvo el Primer Premio el impecable Graham-Paige 1930, perteneciente a Hugo Semperena, quien conquistaría su merecida Copa Plateada. Intervinieron otros antiguos como: Cadillac Phaeton 1928, Packard Dual Cowl Phaeton 1924, los Chrysler 1930 Cabriolet, el Jordan 1929 Cabriolet, Essex 1929 Sedan, Buick 1927 Sedan, y hasta un Ford A 1930 Coupe.

En la tarde del Domingo, se programó la entrega de premios; el automóvil debía subir a la rampa de honor cubierta con una “alfombra roja” y las autoridades otorgaban el premio correspondiente a los distintos triunfadores del certamen.

Sin temor a equivocarnos, podemos catalogar a esta Muestra de Vehículos Clásicos e Históricos como el más prestigioso e importante evento de nuestro país. Con el patrocinio de la empresa EMA SA se convirtió en una tradición, convocando a miles de personas del ambiente, que son auténticos individuos ligados a todo tipo de actividades relacionadas con el mundo del automóvil.

2001-2002, Argentina toca fondo

En medio de una gran recesión, la Ley de Convertibilidad instaurada en 1991 con la paridad dólar-peso que regía en el país, comenzó a mostrar sus falencias.
El endeudamiento del gobierno no pudo sostenerse y la debacle llegó a un punto sin retorno, a fines de 2001 el sistema bancario colapsó por fuga de capitales. Lo demás es historia conocida: restricciones a los depósitos bancarios y la instauración del famoso “corralito” que perjudicó a los ahorristas, comerciantes y toda la población.
Las protestas y el estallido social provocaron la caída del gobierno, “cacerolazo” mediante. Luego del “Diciembre Trágico”, denominación con cual la prensa recuerda los episodios, un fin de año aciago y con el amargo récord de cinco presidentes en menos de dos semanas.

La reinstauración del orden institucional volvió en 2002, con una gran devaluación de nuestra moneda que permitió que el país se tornara competitivo de la mano de las exportaciones. Un modelo que llegaría para quedarse y que, con el impulso del sector agro-ganadero y la demanda mundial de alimentos, permitiría un crecimiento económico sin precedentes.

Acorde a la situación del país, Auto Clásica no se realizó durante los años 2001, 2002 y 2003.

Reflota el país… y los Grandes Premios

En el Club Autos Clásicos de San Isidro, ya para el mes de Mayo de 2003, los pilotos y  navegantes cumplirían los reglamentos que programaba la Comisión, organizando otro Rally Internacional entre la frontera de Argentina y Chile. Sumaban 1900 kilómetros, desde el Océano Atlántico, cruzando llanuras, sierras, desiertos, Cordilla de los Andes, para concluir en el Océano Pacífico.

Su Coordinador y Director General, Vlado Vukojicic, junto a un grupo de colaboradores, llevaría adelante la promesa de la prueba denominada IIIº Edición de los Dos Océanos, El Desafío 2003 Rally Internacional Tour Internacional Argentina-Chile.

Con la participación de autos Sport y de Turismo, esta versión nos recuerda a los “Gladiadores del Camino”, que hicieron epopeya disputando aquel Gran Premio Internacional Dos Océanos Súper Nafta YPF, Fórmula B, corrido por las legendarias Cupecitas y los TC en 1965.

Ganaron los “Gringos” Hermanos Emiliozzi, a bordo de un Ford Coupe Motor 59 AB, cuya única edición desarrollada en 6 etapas unía Mar del Plata con Viña del Mar (Chile); luego la experiencia vuelve a repetirse en 2005, con un esquema similar.

El Comité Organizador del ACA reeditó y evocó aquel Gran Premio Argentino para vehículos Standard. Los Volvo, Mercedes-Benz, Turismo. Los Peugeot, Fiat 1500, BMW y el riguroso TC de 1950 y 1960. Con gran infraestructura se desarrolló en nuestro país la importante prueba conocida como la “Gran Carrera”, que abarcó caminos nacionales, provinciales y vecinales.

Atravesaba unos 4000 kilómetros en todas sus etapas. El Gran Premio YPF Argentino Histórico 2003, fue una realidad que se llevó a cabo en el mes de Septiembre. Todo un hito, la historia del país unida por el automovilismo argentino en toda su dimensión.

En el Regimiento de Infantería Nº 1 de Patricios, en Palermo, se efectuó la custodia militar de los autos. Los trayectos, parque cerrado, anécdotas, recorridos por Villa Carlos Paz, La Rioja, San Juan, Catamarca, Tafi-Viejo, fueron novedosos y toda una experiencia para pilotos y sus máquinas.

Un descanso cerca del Reloj Floral, ubicado en la Plaza de la Independencia de San Miguel de Tucumán; así el automovilismo nacional estaba junto al “Jardín de la República” y la Casa Histórica de Tucumán. Retornando hacia Santiago del Estero, volviendo a Córdoba, Río Cuarto, y finalizando en Arrecifes, en la Provincia de Buenos Aires.

Auto Clásica, “a contramano” de la Comisión Histórica del ACA

La organización de este Gran Premio Argentino se presentaba muy cerca de la muestra, algo que ocurrió en las últimas ediciones, cuando coincidían las fechas en el mes de Septiembre. Luego de varias conversaciones expresando sus puntos de vista, se decide realizar la Exposición después del Gran Premio, para no existir superposiciones y poder cumplir con los calendarios impuestos.

En el 2008 tuvimos nuevamente a la “trouppe” del VIº Gran Premio YPF Argentino Histórico. Se lo incluyó en el Calendario Anual Internacional, serie “Historic Regularity Rallies”. Esta oportunidad es similar a otros como el Monte-Carlo “Historic Rally”, los “East African Safari Classic Rally” de Kenya, el “San Remo Historic Rally” de Italia, la “Targa Tasmania” en Australia y el “Shangai Rally” de China, completando con el de “Isle of Man Classic Rally” sobre la costa oeste de Gran Bretaña y el “International Pirelli Classic Rally” de Irlanda del Norte.

Es una competencia automovilística histórica de suma importancia para Sudamérica, puesto que ya puede parangonar su “historial” con los actuales grandes “rally clásicos” del mundo. Suma unos 5000 kilómetros divididos en 6 etapas; está integrada al Campeonato Argentino GPA, y depende de la CDA del ACA y los certámenes Codasur.

(Parte I de II)

 

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