Con esto de la AUTOCLASICA que se viene, volvió a mi memoria el premio otorgado al fenomenal Berliet que fue de Dalmiro Varela Castex en esa muestra el año pasado.
       
Al andar entre tantas casi obras de arte me di cuenta que muchos se sorprendían con un auto que les parecía desconocido, llamaba la atención el  Berliet, un aparato de porte distinguido que se destacaba también mas allá de la falta de habitualidad.

Casi nadie recordaba unos  camiones Berliet que supimos ver allá desde mediados de la década del 50. Los camiones Berliet llegaron al abrirse la importación después de la Revolución del ’55 y tuvimos la suerte de que un ejemplar 0km recalara en Esperanza, donde vivo. Era un camión muy lindo que se diferenciaba del resto, por una línea muy particular y su paragolpes delantero curvado en forma muy particular. Por lo que ahora veo debe haber sido un GLR8.

Marius Berliet

Berliet fue una de las primeras fábricas en establecerse en Francia y también una de las primeras marcas  en llegar a nuestro país, una unidad aparece por primera vez en marzo de 1908 interviniendo en una competencia en Mar del Plata al mando de Jorge Vopelius.   
       
Dalmiro Varela Castex, entusiasta de los primeros tiempos fundador de nuestro Automóvil Club Argentino, de quien se dice nada menos que fue quien tuvo el Registro de Conductor número 1 en nuestro país, entre otros autos, introdujo este ejemplar de la muestra.
       
La fábrica había sido fundada por Marius Berliet, en 1895 en Lyon, de un modesto taller artesanal en poco tiempo pasó a ser una empresa que producía doscientas unidades anuales. Una característica importante fue que Berliet no se basó en patentes compradas sino que desarrolló su propio motor de  ciclo Otto, e introdujo entonces el esquema actual de grupo motor-caja-transmisión en una unidad separada desmontable, en esa oportunidad ubicada atrás. En 1906 otorgó licencia para construir sus motores y autos a American Locomotive Company de los Estados Unidos, ese es el porqué de una locomotora en el logotipo. Los producidos en América  llevaron la marca Alco.
       
Berliet, hijo de un industrial del ramo textil había nacido en 1866, muy pronto se destacó por su interés en la técnica y la mecánica  colaborando en la fábricas de la familia hasta que se alejó después de haber emprendido por su cuenta la fabricación de carros. En 1894 construyó artesanalmente su primer auto motor ubicado atrás incluido, casi lógicamente pudiéramos decir.
       
Posteriormente el motor fue trasladado adelante, la empresa pasó a realizaciones ya de mayor cilindrada y fueron comunes los motores de cuatro cilindros y 8, 9 y 11 litros de capacidad cúbica. A la manera de entonces motores de importantes dimensiones como 80 y 90 mm de diámetro y carreras de 120 y 130 mm.
       
En 1912 un Berliet al mando de J. Beutler, partiendo desde Berlín se alza con el primer puesto en la segunda edición de Rally de Montecarlo, por ejemplo.
       
Como los grandes motores Berliet se adaptaban muy bien al servicio pesado  la marca pasó a ser el primer constructor de camiones  al llegar la primera Guerra Mundial, no obstante continuó fabricando autos.
       
En 1916 se traslada a  nuevas y amplias instalaciones localizadas en Venissieux~Saint-Priest  donde forma un gran complejo industrial.

Uno de los grandes Camiones Berliet.

Al finalizar el conflicto Berliet era una gran fábrica, siempre inclinándose mas hacia el rubro de los camiones, quedando en ocasiones desactualizados sus autos, ya que a media que los nuevos modelos al obtenerse mejores rendimientos volumétricos ya no  montaban  esos enormes motores que caracterizaban a Berliet, mas apropiados para camiones u ómnibus.
       
Como una importante característica así como puede ubicarse a Berliet dentro de una tecnología de avanzada en sus comienzos, en la etapa que siguió a la primer guerra fue perdiendo esa particularidad.
       
Pero al llegar la década del 30 Berliet entra en el negocio de los motores Diesel. Sufriendo diversos avatares el sector automovilístico sin lograr la penetración que si consiguieron sus camiones, abandona la producción de esta rama en 1938, su último modelo lleva el nombre de Dauphine.
       
La segunda Guerra Mundial al infortunio propio de la contienda armada trajo consigo el drama político, Berliet quedó del lado de la Francia ocupada por los alemanes, para quienes debió producir camiones y material bélico, al final fue acusado de colaboracionista, su empresa expropiada y él encarcelado. Aunque posteriormente la justicia le devolviera los bienes y la libertad Marius Berliet era un hombre terminado y falleció a los 83 años en 1949.
       
Al hacerse cargo Paul hijo del fundador, la empresa continuó con la fabricación de camiones. Apenas terminada la guerra fue el principal fabricante de camiones a gasógeno de gas de carbón de leña, una necesidad surgida en ese tiempo a raíz de la falta de combustibles convencionales.

Camión Berliet llegado a Argentina en 1956

Berliet continuó especializándose en la construcción de camiones gigantes y para usos especiales, como de múltiple tracción.
       
En 1967 fue adquirida por el grupo Michelín, propietaria de Citroën entonces, para dedicar sus instalaciones a la fabricación camiones de la marca del doble chevrón. En 1978 Renault es quien la adquiere a sus propietarios, pasando a integrar la RENAULT RUCKS juntamente con SAVIEM, despareciendo la marca Berliet completamente para 1980.
         
Fuentes consultadas:
Autorama, Coches Clásicos, Enciclopedia Salvat del Automóvil, Motor Clásico, Motor Trend, Quattroruote, Road and Track, Ruote Classiche.