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"Tres Americas - Una huella"

Caracas
- Venezuela, 9 de febrero de 2001
VIIº Etapa - Brazil, 1ra. Parte Venezuela y Trinidad y Tobago
Queridos amigos, compañeros del viaje:

Estamos mas que felices, siendo varios los motivos, la gente, el viaje, Dios, encontrandonos como novios adolecentes, aunque ya llevemos un año viéndonos todo el día, ya que si nos separamos por un rato nos estamos extrañando.

Queremos compartir con ustedes esta nueva etapa ya que muchos son parte de ella, al ayudarnos a realizarla, asi que a nuestros compañeros de viaje le dedicamos esta etapa.

Despues de haber estado un mes en el Rio Amazonas en distintas embarcaciones llegamos a Manaus en el Galeon Corazao de Mae donde estuvimos 5 días embarcados. Ansiosos por conocer Manaus esa ciudad en el medio del Amazonas, donde la unión de los Río Negro y Amazonas forman una línea perfectamente diferenciada, de un lado totalmente negro y del otro totalmente marrón. Tuvimos que esperar dos días para desembarcar el auto porque en el muelle no había lugar porque un barco gigantesco de turismo ocupaba casi todo y el resto barcos como el nuestro de madera cargando carga y pasajeros para ir a pueblos dentro del Amazonas. Manaus es una ciudad mas grande de lo que imaginábamos. Estuvimos una semana recorriéndola, visitamos el famoso Teatro de la Opera construido durante el auge del caucho. Aprovechamos a vender cuadros que "Cande" pintó durante el viaje en el barco ya que nuestros ahorros llegaron a su fin y tenemos que autofinanciarnos de alguna manera para poder seguir adelante. Por suerte gustaron muchísimo y nos fue muy bien con las ventas, son aves pintadas con acuarelas. También recibimos nuestra primera colaboración de una excelente persona, Manuel Araujo, que nos llenó el tanque de gasolina, es el capitán de un barco que hizo todo lo posible para llevarnos gratis desde Iquitos hasta Manaus pero al final no pudo.

En Manaus hacia muchísimo calor, la comida muy buena y con el portugués no tuvimos muchos problemas pero al principio no entendíamos nada. Brasil, o ésta parte de Brasil es bastante diferente a los países por donde habíamos pasado, pasamos por el consulado de Venezuela donde ademas de comprarnos cuadros un argentino nos regaló un kilo de yerba que nos vino de maravilla. Para los mate de la tardecita !!!.

De Manaus a Boa Vista tuvimos que pasar por una reservación indígena que todos nos contaban cosas increíbles, que solo se puede pasar de día por el peligro y que no nos podíamos siquiera detener de lo peligrosos que son, eran casi 200 km. que serían de alto riesgo, era verdad que solo se puede transitar de día, era verdad que uno no se puede ni siquiera detener, pero de los peligros, nada. Se busca que no se altere el modo de vida de ésta comunidad, en un territorio de 2.000.000 hectarias con casi 500 habitantes indígenas, de los cuales, vimos un pequeño grupo cruzando el camino, donde ver ese grupo sin vestir, pisando el asfalto que cruza sus selva, mirando el tráfico de los automóviles con indiferencia, es algo rarísimo porque están a miles de años de atraso, pero si quieren se toman un bus y en horas están en la "CIVILIZACIÓN" pero siguen en su selva.

Pasando la reserva nos agarró una lluvia muy fuerte, donde tuvimos que esperar que pase porque no se veía nada (mas que no tenemos limpiaparabrisas) y apareció tratando de cruzar la ruta un perezoso que lo hicimos desistir de la idea por el peligro del tráfico, nosotros que estuvimos tanto tiempo en la selva no vimos ni uno y ahora en la ruta se nos aparece uno, con una cara de bueno y unas manos de pura uñas, después en el camino vimos otros animales pero casi siempre muertos por los autos.

Ya llegando a Boa Vista la selva se terminó el paisaje parecia la sabana africana. Entramos en Boa Vista donde fue hasta hace muy poco el lugar de los garimpeiros (buscadores de oro) ya que el Estado de Roraima tienen las reservas mas grande de oro y diamantes, pero también un 70% de ésta provincia es territorio indígena.

Conocimos después de un reportaje que nos hicieron para la T.V. que fue lindísimo a Valmik Araujo que durante la fiebre de oro se dedicó a filmar a estos buscadores de oro en la selva y nos mostró unos videos increíbles, todo se transportaba en helicópteros o avionetas, donde el alimento la gasolina la tiraban desde los aviones a los campamentos a la gasolina la tiraban dentro de garrafas de gas a los ríos haciendo que escasearan las garrafas en la ciudad y miles de anécdotas mas, de muertes, problemas con indígenas y nuevos ricos pero muy ricos, donde en Boa Vista los precios se decían en gramos de oro, donde la población paso de 12.000 habitantes a 70.0000 en dos años, pero para frenar la destrucción de las reservas indígenas se prohibió todo esto.

Manejarse en Boa Vista es muy fácil, a la ciudad la diseñó el mismo arquitecto que diseñó Brasilia, Tiene en el centro un parque redondo de donde salen avenidas en forma de estrella.

Fuimos recibidos en la casa de Felipe Jaureguy y mas que muchos nos invitaban a comer, a pasear y hasta nos hicieron una guitarreada con espeto corrido donde cantaban canciones folkloricas argentinas mejor que nosotros, en fín la pasamos re bien en una ciudad que todo es nuevo y la gente en un 90% es inmigrante de otros estados haciendo una mezcla muy linda y amena.

Todas las noches nos íbamos a vender a la Plaza de las Aguas nuestras artesanías ecuatorianas y las pinturas de "Cande", donde hicimos un montón de amigos que todas las noches volvían a visitarnos, el auto atraía a la gente donde yo a los maridos les explicaba la mecánica del auto y les contaba del viaje mientras "Cande" les vendía a las mujeres. Una vez le quisieron pagar con pepitas de oro.

Tuvimos un encuentro mas que increíble, con una pareja que también están en la tarea de hacer realidad su sueño, son venezolanos Gerardo y Dorca Escalona que caminando y solo caminando por cuatro años buscan unir todas las capitales de los paises sudarmericanos, lo que hace que no somos los únicos locos, nosotros andamos a 40 km. por hora pero ellos por día. Nos contamos historias muy similares y siempre recaíamos en que fabulosa es la gente, como nos ayuda, como empuja y sobre todo como Dios está presente, Gerardo que se consideraba un ateo ahora en cada cosa que veía, veía a Dios, nos intercambiamos datos y quedamos en vernos en Argentina en el 2002 para cuando estén llegando.

Saliendo ya a Venezuela entramos a ver unas piedras pintadas en una fazenda (estancia) donde nos invitaron a quedarnos cosa que hicimos por tres días donde anduvimos a caballo, trabajamos con la hacienda, visitamos otras fazendas donde nos recibían con asados, nos bañábamos en el río todo en un paisaje increíble, con cerros de forma rarísima, búfalos pastando, osos hormigueros buscando su comida, etc , etc, etc,. Espectacular.

Deseábamos llegar lo antes posible a Venezuela no porque nos aburriera Brazil sino que nos costaba 1 dolar el litro de gasolina mientras que en Venezuela solo 8 centavos de dólar. El agua o lo que sea es mas caro que la gasolina, asi que uno puede recorrer y recorrer. Entramos a Venezuela por la gran Sabana, donde habría que hacer un viaje específicamente a este lugar, es gigante, con selvas, montañas de formas increíbles (Tepuys), la sabana, los indígenas y la fauna y el salto de agua mas alto del mundo, y.... habrá que volver alguna vez (encima esta lleno de oro y diamantes, que se encuentran a flor de tierra).

Llegamos el viernes a las 17.15 hs. a la frontera donde ya había cerrado la aduana y hasta el lunes no abría así que no podíamos pasar pero con nuestra palabra de que el lunes estaríamos de vuelta no hubo problemas. Pedro Camacaro y su mujer que trabajan en el municipio y por medio de éste nos dieron cuatro noches en un lindísimo hotel, mas la comunidad de argentinos y uruguayos que también nos recibieron en sus casas o nos llevaban a comer o pasear y para completarla un mecánico peruano de 72 años que su padre, en Perú había tenido taller donde él se crió entre estos autos, dijo que cuando nos vió le pareció un sueño y así nos hizo un excelente service gratis. También pudimos vender muy bien los cuadros de "Cande" donde yo soy su enmarcador oficial y representante de ventas.

Junto a Horacio y Gladis Ferreras , a Miguel, Carolina y Angel De Pedro y su mujer, a Carlos de Pizzeria Texas recibimos una excelente bienvenida preámbulo de lo que vendría.

Camino a Puerto Ordaz por la Gran Sabana, dormimos en una comunidad indígena Pemón donde nos recibieron de maravilla, hablando hasta muy tarde en la noche, preguntándonos como vivía la gente en otros lugares.

A Puerto Ordaz entramos por una autopista a una ciudad increíble de puras avenidas, puentes y parques, es una ciudad donde hay tres represas hidroeléctricas, minas de hierro y aluminio con sus industrias, puerto sobre el Río Orinoco, comercio de oro y esmeraldas. Nos hospedaron en la casa de la familia Martineau que son fabulosos y tenían para suerte del Graham una casa de repuestos de frenos, así que salimos con frenos nuevos y un montón de repuestos, los Martineau nos trataron como a sus hijos, hasta nos organizaron una feria en su casa para que vendiéramos.

Hay una empresa argentina de Techint donde un grupo de ellos nos recibieron de maravilla, con un asado espectacular y sobre todo la familia Larryvey que ademas de comprarnos un montón de artesanías y cuadros, hasta nos dieron una fuerte colaboración monetaria, estaban tan entusiasmados con nuestro viaje que faltó muy poquito para que se vengan con nosotros.

Teníamos un problema en el Graham en el tren delantero que con cualquier pozo empezaba a sacudirse, pero como siempre Dios provee, entre Rovaretto Gustavo y Carlos mecánicos argentinos también y una empresa rectificadora quedó de diez.

Salimos rumbo a Temblador cruzando el Orinoco en una balza donde otro argentino que habíamos conocido en Boa Vista nos esperaba, Julio Cesar Miño y Gregoria tienen una casa de lubricantes donde ademas de cambiarnos todos los aceites nos dieron para tirar para arriba, pero no todo terminó ahí, se armó una caja donde puso "Gracias por su colaboración" y a todo cliente que le caía después de contarles lo que estabamos haciendo les ponía la caja, y así la llenó. Ademas organizaron una feria donde vinieron muchísimos a comprar.

Fuimos a la Cueva de los Guacharos es una cueva gigante muy profunda donde caminamos casi dos kilómetros dentro de ella, los guácharos unos pájaros nocturnos que comen frutas trayendo un montón de semillas que luego comen los ratones, cangrejos y peces ciegos y sin color que hay dentro de la cueva, se nos había adelantado otro viajero a visitar la caverna un tal "Humboldt".

Pasamos por Maturin Pueblos como Caripe hasta llegar a Cumana, la primera ciudad fundada en el continente Americano, donde cada pueblo son re pintorescos con sus miles de colores entre montañas valles llenos de vegetación y el mar caribe ahí nomas , uhauuuu!!! Que sueño. Pero que sueño es cada vez que llenamos el tanque no sean mas de 4 dólares.

En Cumana tomamos un Ferry a la Isla Margarita donde pasamos Navidad y Año Nuevo siempre rodeados de gente maravillosa como Hugo, Ani y su increíble hijo Alejandro, Charly y Martina de Playa Caribe, Gustavo y Nora Salzar , la familia de Victor Hollos donde nos dieron su cuarto principal recien pintado y con muebles nuevos para que los estrenemos nosotros. En Isla Margarita, "Cande" salió a vender por las playas de Parquito los collares indígenas que habíamos comprado en Ecuador y parecía re-Hippie con su sombrero de paja, y sus collares colgando.

Margarita es re-linda por su mar caribeño y sus pocas lluvias, hay playas lindísimas sin nadie hasta las super de moda, pueblos bien antiguos y ciudades modernas y todo en una sola isla. Nos hicieron un reportaje para la T.V. y otro en el diario local.

Volvimos hasta el continente para llegar a la punta mas oriental de Venezuela y en Guiria tomar un barco para ir a Trinidad y Tobago un pequeño pais en dos pequeñas islas

Esperamos por un barco para cruzar en una quinta llena de frutales que nos prestó Gani un tipazo donde "Cande" pintó comodamente sus cuadros y que vendimos rápidamente, en el barco que cruzamos a Trinidad, era el "Nova Cura", un barco Holandes construido en 1903 donde su Capitan Jobb Van Welly nos llevó y nos hospedó en el barco durante nuestra estadía en Trinidad, nos paseó y nos trajo de vuelta al contintente, el también fue un gran aventurero, recorriendo Africa, Asia y dando la vuelta al mundo en barco, excelente amigo.

El viaje a Trinidad por el mar, fabuloso hasta los delfines nos acompañaron. Pero en Trinidad al auto nunca lo pudimos bajar. Toda la Embajada Argentina, desde el embajador nos ayudaron para que pudiéramos bajar el auto, y lograron que tres ministerios el de Transporte, el de Finanza y el de Turismo aprovaran y apoyaran la entrada del auto sin pagar tasas y garantías pero una sola persona de la Aduana decía que en su reglamento tiene que cobrar el 10% del valor del auto ( nunca nos dijeron cuanto era) y desembarcar el barco en puerto de Aduana (amarre carísimo y grúa impagable). Igual recorrimos parte de la isla durante 10 días.

Trinidad tiene su población mitad negra y mitad hindú, no son muy accesibles y no tratan bien al turista, no por lo del auto solamente, sino por la forma en que nos trataban en la calle, negocios y playas. Pero para nosotros fue muy lindo conocer trinidad ya que es algo totalmente diferente a lo que uno esta acostumbrado a ver, conocer es crecer y ese crecer no hace valorar mucho de lo que tenemos en "Latinoamérica".

Queridos amigos por favor sígannos escribiéndonos que lo necesitamos , los queremos muchisimo y si quieren comprarnos un cuadro o hacer una colaboración bienvenidos sean.

Para comunicarse via E-Mail con Herman y Candelaria, con el fin de enviarles alguna palabra de apoyo. Estoy seguro que lo recibirán de muy buena gana. La dirección del E-Mail es unahuella@uole.com

Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA


SEXTA ETAPA CUMPLIDA - Noticias al 21/11/2000

Boa Vista - Brazil, 21 de Noviembro del 2000

Queridos Amigos:
Como salimos vivos de esta etapa, se la queremos contar:

No, no, no, no hay palabras para explicar lo fascinante que estuvo la bajada por el Rio Amazonas. Bajamos desde Ecuador por el Rio Napo para despues tomar el Amazonas hasta Manaus (Brasil), pasando por ciudades importantes como Iquitos (Peru), Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil).
Fue por ahora la parte mas aventurera y emocionante del viaje.

Les contamos como fue:

Nosotros habiamos llegado a Coca (Ecuador) el 15 de Julio, porque salía una balsa (Gabarra) para Manaus y nos hacia el favor de llevarnos gratis. Pero pasaron dos meses y no salía y no había ningún otro barco que lo fuera a hacer. Así fue que decidimos luego de hablar con una comunidad indígena, armar nuestra propia balsa de troncos y bajar con la corriente.

Le fuímos a comentar la idea a Rafael Galeth, el dueño de la gabarra que iba a Manaus y nos dijo que no, que con el río tan bajo en esta epoca sin lluvias, no llegaríamos a ningún lugar y que nos prestaba una canoa, un motor y una helice, pero tendríamos que armar todo nosotros, ya que estaban todas las piezas por todos lados, sin uso, el motor sin arrancar hace mucho tiempo, la canoa fuera del agua, y habia que hacer un eje para la helice y un timón, etc.
Nosotros, nada de barcos, ni idea, pero como todo por algo es nos pusimos manos a la obra, pero no estuvimos solos,
Angel Bravo, Roberto Sanchez, Ruben Sanchez, Jaime Cortez, Marcelo Chimbo, Luis Santamarina, el Tte. Aurelio Aldas, Carlos Saldaña, Jose Mendoza, Ivan Galeth, Marcelo Perez, Cacho Bergantiños, Ninel y Paty Rengel, Familia Rodas y muchísima gente mas como, torneros, mecánicos, soldadores, siempre tenían una mano para ayudarnos.

Pintamos la canoa de color azul, con el nombre de nuestro viaje en blanco "TRES AMERICAS - UNA HUELLA", el logo del viaje, y el logo infaltable de nuestro compañero GRAHAM-PAIGE en color oro. No se podía creer pero el nombre de la canoa era "LA MISION" que nos venía mas que perfecto para nosotros.

Despúes de casi un mes estuvimos listos para zarpar en una canoa de 25 metros de largo y 2,60 metros de ancho, metálica, con un motor diesel Volvo Penta de seis cilindros, dos tripulantes ecuatorianos, Braulio Vegay Machoa y Clever Andi Andy que sabían de ríos, y dos turistas ingleses James Murray y Ben Sawyer, que conseguimos pegando carteles en las calles de Quito,
que resultaron ser excelentes compañeros y que vamos a extrañar un montón. Entonces con el aporte de los ingleses, la colaboración de algunas empresas petroleras en diesel, aceite, mecánicos, herramientas, soldadoras, autogenas y miles de cosas mas que fueron apareciendo, se fue armando nuestro TITANIC. Y no solo ayuda para lo mecánico sino también para los papeles ya que habría que haber hecho los papeles de la canoa y zarpe desde el puerto de Guayaquil, lo que significaba fortunas en desplazamientos tanto nuestros como de marinos, papeleos y tiempo, que la marina nos resolvió a lo mas sencillo, para ayudarnos.

Salimos el 11 de Octubre del 2000 rumbo a lo desconocido y a la aventura, con provisiones para 15 días, 1600 lts de gas-oil, un Graham-Paige, dos
tripulantes ecuatorianos, dos locos argentinos y dos re-locos ingleses (porque nos creían), con un motor que hacerlo andar fue un milagro y que al día siguiente que funcionó salimos, con una bandera Argentina, una Ecuatoriana, una Inglesa y una Peruana.

Hasta Iquitos fueron 15 días de navegación, sin ver ni un barco, solo canoas indígenas. Nos metimos en ríos y lagunas solo para explorar, en Parque Nacionales donde éramos los únicos en visitarlos y los primeros con auto. Donde queríamos parabamos, para pescar (nuestra comida), para acampar, para bañarnos en ríos o lagunas, para visitar comunidades indígenas, en casas de familias indígenas para pasar la noche e intercambiar comida, ellos nos daban lo que habían pescado o pollo y nosotros aportabamos arroz, papa, etc, y comíamos en sus casas típicas a la luz de la candela. Por suerte la mayoría hablaba en español pero su idioma es el quechua.

Como experiencia este viaje fue inexplicable de lo espectacular que resultó.
Cuando llegamos a Rocafuerte (última pueblo fronterizo de Ecuador con Perú) estuvimos parando en la casa de la familia
Rodas, fuimos a bailar y nos
fuimos con
Kerly a conocer el Parque Nacional Yasuní (tres días), de donde cuando volvíamos chocamos un tronco y perdimos nada mas ni nada menos que el TIMON. Imposible de bucear y a la deriva, y de noche, pusimos una tabla y a los ponchazos llegamos a Rocafuerte. Al otro día Braulio y Clever se armaron un timón de madera y decidimos seguir.

Como es de esperar no solo Ecuador, sino la gente ecuatoriana nos despidió de su país de la forma mas linda, con lágrimas en los ojos y diciendonos que nos quedáramos a vivir o que volviéramos. Sinceramente dejamos muchísimos amigos que nos gustaría volver a ver.

Llegamos a Iquitos donde nadie lo podía creer, en aduanas nos pusieron el permiso temporario para circular Nº 001. Fue el primer auto en realizar esta
vía, nos pedían disculpas por si tardaban en hacer los papeles porque no sabían como se hacían. En el puerto nos trataron de maravillas, no nos cobraron amarre, ni la grua para sacar el auto. Pero no todo fué maravillas ya que Iquitos fue el punto de despedida donde cada uno siguió su camino los ingleses rumbo a Cuzco, los ecuatorianos de vuelta a casa, y nosotros a
Brasil, fue triste porque cuando se comparte algo tan fuerte la despedida es muy dolorosa. Pero cada uno tiene un camino y hay que seguirlo.

En Iquitos le hicimos los arreglos a la canoa para que pueda volver, ya que todos los dias del viaje algo pasaba, que casi Herman recibe el diploma de mecanico naval.

Salimos para Santa Rosa, Leticia, y Tabatinga la triple frontera de Peru, Colombia y Brasil en medio de la Amazonía en un barco peruano donde se carga de todo, animales, verduras, papas, cebollas, millones de huevos y muchísima gente que todos dormían en hamacas.

Fueron 4 días de navegación donde salimos con un motor que armaron de cero en el mismo día del zarpe.

Cargar el auto fue de película tuvimos que bajarlo por un barranco que era tan empinado que le atamos una soga por detras, y 15 changarines del puerto mas algunos que se prendieron para ayudar sujetaban la soga y los costados del auto y otros iban con tacos para ponerles a las ruedas, todo un circo con cientos de personas mirando. Una vez en la orilla fangosa para subir el auto pusimos tablones, mas otros tablones sobre el barco que al entrar cruzado y para poner el auto recto sobre los tablones los changarines y todos los demas levantaban el auto con sus manos.

También este barco como la canoa, tuvo problemas mecánicos, la junta del block mezclaba aceite con agua, y con un pedazo de chapa de una lata arreglaron la junta lo armaron y seguimos, estos peruanos!

En el trayecto pasamos por pueblos como Caballo-Cocha, Pebas y otros mas, donde toda la gente se venían al barco para ver el auto. Nos bajaron en Santa Rosa (Perú), cruzando el río esta Leticia (Colombia) y pegado Tabatinga (Brasil). Fue el primer auto en transitar por Santa Rosa donde ni siquiera hay calles, se nos complico el cruce del río ya que no conseguíamos embarcación que lo hiciera por un precio de amigo, por solo unos minutos de cruce.

Fuímos a la Capitanía de Puerto de Leticia a pedir ayuda y la verdad es que los Colombianos son una gente mas que buena. Se desvivían por ayudarnos, William, Cesar y Erick y no se despegaron de nosotros hasta que
zarpamos. Finalmente conseguimos dos botes chicos de madera, los juntamos le cruzamos unos tablones donde pusimos el Graham. En Tabatinga al bajarlo tuvimos que subir una cuesta empinadísima y un montón de brasileños, como veinte empujaban el auto. Fue increible!. Hicimos cada peripecia con el auto en este tramo que si llegó hasta acá, entonces hasta Alaska no lo para nadie. Ese mismo día salía un barco hasta Manaus, pero un barco muy particular era grande y totalmente de madera, parecía un galeón, solo le faltaba las velas. Se llamaba "Coração de Mãe" (Corazón de Madre) y llevaba pasajeros que dormían en sus hamacas de todos los colores y también carga, con la carga especial de un Graham-Paige y nosotros dos. Navegamos por cinco días, por un río mas que gigante, es increíble el Amazonas lo grande que es.

Llegamos a Manaus, una ciudad grandísima el 6 de noviembre y con mucha emoción dentro de nosostros. TIERRA NUEVAMENTE.

Estuvimos en total un mes desconectados del mundo totalmente, navegando entre el Rio Napo y el Amazonas, muchísimo tiempo pero un tiempo inolvidable para el resto de nuestras vidas.

Esperamos que hayan disfrutado del relato como lo disfrutamos nosotros. Les estamos mandando fotos que corresponden al primer tramo en nuestro Titanic, de Ecuador a Iquitos, con el mate argentino haciendonos compañía.
Ahora le toca al auto rodar y rodar!!!!!!! Nosotros ya trabajamos mucho.

Hasta la próxima ETAPA!!!!!!

Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA

Queridos Amigos:
Aquí nuestra quinta etapa, aún sin finalizar.
Quito - Ecuador

Nos habían comentado lo maravilloso que es este país, pero... pero se quedaron cortos. Es increíble que un país tan chico sea tan grande si uno hace 300 km. de Este a Oeste y cruza tres climas totalmente distintos. Hay mar, selva, sierras, nieve, volcanes, etc. donde uno encuentra no solo paisajes distintos si no la gente distinta, su forma de hablar, de vestir, de ser, de color, de comida y hasta de idioma.

Paisajes espectaculares, gente hospitalaria y económicamente visitable, tres razones para no tener ninguna excusa para no conocerlo.

Entramos de Perú y el paisaje cambió repentinamente, del desierto al verde de las plantaciones de plátanos con bananas por todos lados, a la derecha e izquierda del camino, en la ruta en los camiones de transportes, hasta las vacas, caballos, chanchos y perros comiendo banana. (Si, leyeron bien los perros comen banana).

Verde todo verde, desde el Puerto de Machala nos fuímos a Cuenca que es mas que lindo, es colonial, cultural y con unos paisajes entre las montañas y sus ríos. Recorrimos Gualaceo y Chordeleg por los Andes, pura artesanía. De ahí pasamos por el Parque Nacional Cajas, con cientos de lagunas para ir a Guayaquil y desde ahí recorrer toda la costa: Salinas Montañitas, Manta,
Canoa, Punta Piedra, Pedernales todos paisajes espectaculares de no creer. Montañitas, es un lindísimo pequeñito pueblo con hoteles tipo choza y madera, su mar con olas para surfistas y buen clima, pero el niño a su paso hizo estragos en las playas. Allí conocimos a una pareja de australianos Lindy and Steven con quienes compartimos unos días muy divertidos.

Manta: salimos de Montañita a Manta con solo $ 8.= sabiendo que en Manta había un banco para retirar dinero, cuando llegamos solo nos quedaban $ 4.= y el banco no tenía cajero para retirar. Ni idea de que hacer, no teníamos combustible y no se podía cargar con tarjeta, para comer tendríamos que ir a un lugar con tarjeta que seguro sería caro y ni hablar de un hotel con tarjeta, nos metimos en un bar con tarjeta que no resultó tan caro y mientras comíamos entró un señor preguntando por el Graham y nos dijo, "No me van a creer, pero ¡Que casualidad!, hoy es 7 de Junio y hace 14 años, justo hoy, nos llevaron a la Iglesia dos argentinos que estaban de paso rumbo a Alaska en un auto antiguo" tenía mucha razón no lo podíamos creer. Ahí no mas, nos invitó a su casa para darle la sorpresa a su mujer que se quedó helada al ver el auto y hospedarnos. Nos fuímos todos a tomar algo a un bar junto a sus amigos donde festejamos el aniversario de casados. Pero las casualidades no terminaron ahí, el señor Cesar Bustos resultó ser el despachante de barcos, por eso veníamos a Manta, para averiguar por barcos a Panamá, y ella, su mujer Diana la relaciones públicas de Manta, porque era asesora del alcalde, trabajaba en el Diario, en eventos culturales y a todos nos hizo conocer, salimos en los diarios, en la T.V. y por la radio, nos contactaron con Marzan una empresa pesquera que el dueño había hecho un viaje hasta Argentina en auto y por eso nos consiguió un barco petrolero que nos llevaría gratis hasta Panama, que genial.
También en Manta conocimos a un Periodista Argentino que además de hacernos una excelente nota, nos contactó con todos aquellos que tenían barcos para que nos llevaran a Panamá, hasta nos presentó en una reunión del Rotary Club local.

Portoviejo: De Manta nos fuimos con el número telefónico de un señor que había restaurado un auto antiguo y lo llamaríamos para ver si nos recibiría para pasar la noche, pero en el camino se nos acercó un jeep y el señor, nos pidió que pararamos, re feliz de que lo hiciéramos nos invitó a su casa sin conocernos y cuando se presentó resultó ser al que íbamos a llamar, él y su familia eran mas que espectaculares. Pasamos dos días en su casa de maravilla, solo se dedicaron a nosotros, a hacernos probar comidas
típicas, a conocer Portoviejo, a volar en parapente en Crucitas, andar en Harley, a ver su Camioneta Chevrolet año 1954 restaurada a nueva y no se cuantas cosas mas. Eduardo Cordova, Katiuska y sus hijos que linda
familia, nos llenó el corazón.

Punta Prieta: La familia Cordova nos dieron muchas direcciones de amigos que nos ayudarían en nuestro viaje, pero sobre todo nos dijeron que conociéramos a Alonso Ordoñez en Punta Prieta porque persona y lugar
eran maravillosos y tan lindo fue como los describieron que allí fuímos o íbamos porque en Jama un pueblo a 20 km. de Punta Prieta se nos acercó una camioneta y el señor nos invitó a su casa de una manera tan linda que no pudimos decir que no, y dejar para mas adelante al tal Ordoñez. Nos dijo que lo siguiéramos, en el camino paraba cada tanto para mostrarnos un pájaro o un paisaje lo que nos mostraba que era un ser especial. Nosotros empezamos a pensar si no sería por esas casualidades el tal Alonso y no
nos quedaron dudas al llegar al lugar y al preguntarle si no se llamaba Alonso Ordoñez nos miró con sorpresa y al contarle que acá era a donde veníamos no lo podía creer.
Alonso construyó sobre un alcantilado al mar unas cabañas en un lugar increíble que por una historia de amor aún sin final feliz el buscó para cumplir. Ahí uno se siente que no necesita nada mas para ser feliz, estar ahí era suficiente. Está rodeado de selva baja, con monos que se hacen escuchar todo el día, casas típicas sobre la playa de pescadores con sus botes de madera multicolores en un mar de ensueño. Desayunábamos camarones todos los días, anduvimos en bote, conocimos pescadores que todo te lo ofrecían. Alonso había encontrado el lugar que soñaba para ir con su amor, pero todavía su amor no podía ir. En el lugar que se afincó, construyó un paraiso, y se rodeó de cientos de animales autoctonos (hasta una tortuga gigante de Galápagos que ya tenía tiket de retorno de avión para a las islas).
Nos hizo una fogata enorme en la playa con unos cuántos amigos que terminó en guitarreada. Participamos en una fiesta manabita (nombre de la provincia) donde todo es comida, música y baile, nos dieron de probar todos los platos ya que cada uno preparaba uno y querían que se los probáramos. Subiríamos para Esmeralda, pero pasó que se nos rompió la máquina de fotos y a Quito partimos para ver si se podía arreglar, cosa que no se pudo y obligados a comprar otra (desangre). Antes de ir a Quito pasamos por Pedernales y camino a esta ciudad cruzamos la latitud 0° entrando en el hemisferio norte cosa que nos alegró enormemente y para festejarlo nos organizaron una caravana de autos por las calles de Pedernales con los taxis, autos y el camión de los bomberos que con su sirena y parlante anunciaba nuestro viaje, todo un circo que aunque nos daba un poco de verguenza nos alentaba muchísimo. Paramos y la gente se nos arremolinó mucho mas y hasta algunos nos ofrecían comidas y gaseosas para llevar, todo fué un sueño y atrás de todo esto Alonso.

Quito nos recibió como si supiera de nuestra llegada, porque cuando paramos en la Embajada Argentina que nos recibieron de maravilla se nos
acercó un señor que quería hacernos una nota para el programa "La TV" que era el mas visto. Nos hicieron una nota muy linda en el monumento de la mitad del Mundo.

Conocimos a Chiavassa José María que tiene un Ford A con el que fué a correr un rally desde Bogotá hasta Costa Rica, a su vez conocimos a integrantes del Club de Autos Antiguos de Ecuador. En Quito nos recibió la familia Huespe que son unos Argentinos residentes desde hace seis años que fueron maravillosos con nosotros, nos ayudaron en todo y nos llevaron a recorrer lugares tipicos como Otavalo e Ibarra, que son mercados indígenas. En su casa nos hicieron sentir de la familia, como íntimos amigos que no se veían hace tiempo. A Leonor, Roberto y Desire un gran abrazo y muchísimas gracias.

Salimos de Quito despues de una infructuosa búsqueda de un sponsor pero con la noticia de que había una balsa (gabarra) que nos llevaría a Manaus
(Brasil) para el 15 de Julio, dado que el comandante Jaramillo y el capitan Espinoza de la Marina de Ecuador que conocimos en Salinas ante nuestra pregunta de que posibilidades habría de bajar por el Rio Napo hasta el Amazonas, se movieron y lograron que cuando parta la segunda balsa que realizaría este viaje nos llevaran gratis y así sería el primer auto en hacerlo.

Pasamos por Zumbawa que es otro mercado indígena pero bien autóctono sin turistas y lejos de los buenos caminos pero el Graham imparable nos llevó. Lo que mas nos llamó la atención fué el mercado de animales donde todos estos mesclados y sujetados con correas como perros se ofrecen, chanchos, lechones, llamas, burros, vacas, ovejas que llegan de todas
partes bajando la montaña. El comprador recorre los animales, los levanta para pesarlos, los pellisca en algunas partes para ver su gordura y le hace una oferta al dueño, que son largas charlas de tire y afloje.

Pasamos por Latacunga camino a Baños, donde se nos acercó un señor a comentarnos que hacía unos años había pasado un argentino recorriendo américa en bicicleta, cosa que no sería algo fuera de lo normal sino fuera que se llamaba "Che" Guevara.

Llegamos a Baños con el Volcán Tunguragua echando bocanadas enormes de humo. Hacía solo un mes que la gente había vuelto al pueblo despues que fueran evacuadas por las erupciones. En las calles había carteles señalando para donde había que correr en caso de nuevas erupciones.

De Baños a Puyo, Tena, Loreto y al final Coca, se baja de los 3000 msnm a los 200 msnm y se penetra en la selva tropical y aunque no son muchos los km. de Baños a Coca a nosotros nos tomó mas de cinco días parte por el desastroso camino que nos hacía avanzar solo a 10 o 15 kms por hora, pero también porque el lugar era para parar cada cinco km. y apreciar sus paisajes. Desde los Andes se ve ese manto verde plano que se pierde en el horizonte, sólo interrumpido por ríos de aguas marrones y nubes que se van formando.

Coca o Francisco de Orellana en honor al primer hombre que bajó el río hasta la boca del Amazonas y de ahí a España en barcos que construyeron con lo que encontraron. Pero que fea ciudad, que sucia, caminos destruídos negocios callejeros, un gringo me la describió como un campamento de refugiados, perdón pero es que es tan lindo la selva que la rodea que ver
tanto abandono es triste y para colmo es donde mas estuvimos en todo el viaje, esperando que la famosa balsa parta para Manaus pero postergaciones tras postergaciones nos retuvo mas de lo esperado y es aún todavía que seguimos esperando.

Pero mientras tanto fuímos a la selva como a Pañacocha, Rocafuerte, Pantoja (Perú) Tiguino y Shusufindi, conviviendo con comunidades indígenas, animales y paisajes increíbles, pescando, navegando y hasta trabajando.

En el campamento de servicios petroleros de Roberto Sanchez que es un argentino que nos hospedó, aprovechamos para hacerle al auto cientos de service y arreglos. Cande descubrió ser una excelente pintora en Acuarela, sus pájaros y flores ya nos han dado algunos pesos, esos ingresos ayudarán para seguir avanzando.

Les escribimos ésta etapa aún sin finalizarla, aún sin salir pero no queríamos perder el contacto, decirles que aún estamos en la huella, que la idea es
ir hasta Manaus (Brasil) y de ahí subir hasta Guyana, Venezuela para pasar a Panamá y seguir nuestra ruta.

Nos preguntaron que fué lo mas lindo del viaje, y los dos respondimos que lo mas lindo es la gente, los paisajes son lindísimos pero los mejores recuerdos nos los llevamos de la gente, desde que salimos todos nos sorprendieron con algo y para nosotros que no nos esperábamos ésto fue el mejor regalo, a todos ellos muchas gracias.

Gracias por seguirnos, gracias por escribirnos y alentarnos, no lo dejen de hacerlo ya que nos re sirve. Los queremos muchísimo.

Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA

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