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"Tres Americas - Una huella"
Caracas
- Venezuela, 9 de febrero de 2001
- VIIº
Etapa - Brazil, 1ra. Parte Venezuela y Trinidad y Tobago
- Queridos
amigos, compañeros del viaje:
Estamos
mas que felices, siendo varios los motivos, la gente, el viaje,
Dios, encontrandonos como novios adolecentes, aunque ya llevemos
un año viéndonos todo el día, ya que
si nos separamos por un rato nos estamos extrañando.
Queremos
compartir con ustedes esta nueva etapa ya que muchos son parte
de ella, al ayudarnos a realizarla, asi que a nuestros compañeros
de viaje le dedicamos esta etapa.
Despues
de haber estado un mes en el Rio Amazonas en distintas embarcaciones
llegamos a Manaus en el Galeon Corazao de Mae donde estuvimos
5 días embarcados. Ansiosos por conocer Manaus esa
ciudad en el medio del Amazonas, donde la unión de
los Río Negro y Amazonas forman una línea perfectamente
diferenciada, de un lado totalmente negro y del otro totalmente
marrón. Tuvimos que esperar dos días para desembarcar
el auto porque en el muelle no había lugar porque un
barco gigantesco de turismo ocupaba casi todo y el resto barcos
como el nuestro de madera cargando carga y pasajeros para
ir a pueblos dentro del Amazonas. Manaus es una ciudad mas
grande de lo que imaginábamos. Estuvimos una semana
recorriéndola, visitamos el famoso Teatro de la Opera
construido durante el auge del caucho. Aprovechamos a vender
cuadros que "Cande" pintó durante el viaje
en el barco ya que nuestros ahorros llegaron a su fin y tenemos
que autofinanciarnos de alguna manera para poder seguir adelante.
Por suerte gustaron muchísimo y nos fue muy bien con
las ventas, son aves pintadas con acuarelas. También
recibimos nuestra primera colaboración de una excelente
persona, Manuel Araujo, que nos llenó el tanque de gasolina, es el capitán
de un barco que hizo todo lo posible para llevarnos gratis
desde Iquitos hasta Manaus pero al final no pudo.
En
Manaus hacia muchísimo calor, la comida muy buena y
con el portugués no tuvimos muchos problemas pero al
principio no entendíamos nada. Brasil, o ésta
parte de Brasil es bastante diferente a los países
por donde habíamos pasado, pasamos por el consulado
de Venezuela donde ademas de comprarnos cuadros un argentino
nos regaló un kilo de yerba que nos vino de maravilla.
Para los mate de la tardecita !!!.
De
Manaus a Boa Vista tuvimos que pasar por una reservación
indígena que todos nos contaban cosas increíbles,
que solo se puede pasar de día por el peligro y que
no nos podíamos siquiera detener de lo peligrosos que
son, eran casi 200 km. que serían de alto riesgo, era
verdad que solo se puede transitar de día, era verdad
que uno no se puede ni siquiera detener, pero de los peligros,
nada. Se busca que no se altere el modo de vida de ésta
comunidad, en un territorio de 2.000.000 hectarias con casi
500 habitantes indígenas, de los cuales, vimos un pequeño
grupo cruzando el camino, donde ver ese grupo sin vestir,
pisando el asfalto que cruza sus selva, mirando el tráfico
de los automóviles con indiferencia, es algo rarísimo
porque están a miles de años de atraso, pero
si quieren se toman un bus y en horas están en la "CIVILIZACIÓN"
pero siguen en su selva.
Pasando
la reserva nos agarró una lluvia muy fuerte, donde
tuvimos que esperar que pase porque no se veía nada
(mas que no tenemos limpiaparabrisas) y apareció tratando
de cruzar la ruta un perezoso que lo hicimos desistir de la
idea por el peligro del tráfico, nosotros que estuvimos
tanto tiempo en la selva no vimos ni uno y ahora en la ruta
se nos aparece uno, con una cara de bueno y unas manos de
pura uñas, después en el camino vimos otros
animales pero casi siempre muertos por los autos.
Ya
llegando a Boa Vista la selva se terminó el paisaje
parecia la sabana africana. Entramos en Boa Vista donde fue
hasta hace muy poco el lugar de los garimpeiros (buscadores
de oro) ya que el Estado de Roraima tienen las reservas mas
grande de oro y diamantes, pero también un 70% de ésta
provincia es territorio indígena.
Conocimos
después de un reportaje que nos hicieron para la T.V.
que fue lindísimo a Valmik
Araujo que durante la fiebre de oro se dedicó a filmar a estos
buscadores de oro en la selva y nos mostró unos videos
increíbles, todo se transportaba en helicópteros
o avionetas, donde el alimento la gasolina la tiraban desde
los aviones a los campamentos a la gasolina la tiraban dentro
de garrafas de gas a los ríos haciendo que escasearan
las garrafas en la ciudad y miles de anécdotas mas,
de muertes, problemas con indígenas y nuevos ricos
pero muy ricos, donde en Boa Vista los precios se decían
en gramos de oro, donde la población paso de 12.000
habitantes a 70.0000 en dos años, pero para frenar
la destrucción de las reservas indígenas se
prohibió todo esto.
Manejarse
en Boa Vista es muy fácil, a la ciudad la diseñó
el mismo arquitecto que diseñó Brasilia, Tiene
en el centro un parque redondo de donde salen avenidas en
forma de estrella.
Fuimos
recibidos en la casa de Felipe
Jaureguy y mas que muchos nos invitaban a comer, a pasear y hasta nos
hicieron una guitarreada con espeto corrido donde cantaban
canciones folkloricas argentinas mejor que nosotros, en fín
la pasamos re bien en una ciudad que todo es nuevo y la gente
en un 90% es inmigrante de otros estados haciendo una mezcla
muy linda y amena.
Todas
las noches nos íbamos a vender a la Plaza de las Aguas
nuestras artesanías ecuatorianas y las pinturas de
"Cande", donde hicimos un montón de amigos
que todas las noches volvían a visitarnos, el auto
atraía a la gente donde yo a los maridos les explicaba
la mecánica del auto y les contaba del viaje mientras
"Cande" les vendía a las mujeres. Una vez
le quisieron pagar con pepitas de oro.
Tuvimos
un encuentro mas que increíble, con una pareja que
también están en la tarea de hacer realidad
su sueño, son venezolanos Gerardo y Dorca Escalona que caminando y solo caminando por cuatro años buscan
unir todas las capitales de los paises sudarmericanos, lo
que hace que no somos los únicos locos, nosotros andamos
a 40 km. por hora pero ellos por día. Nos contamos
historias muy similares y siempre recaíamos en que
fabulosa es la gente, como nos ayuda, como empuja y sobre
todo como Dios está presente, Gerardo que se consideraba un ateo ahora en cada cosa que veía,
veía a Dios, nos intercambiamos datos y quedamos en
vernos en Argentina en el 2002 para cuando estén llegando.
Saliendo
ya a Venezuela entramos a ver unas piedras pintadas en una
fazenda (estancia) donde nos invitaron a quedarnos cosa que
hicimos por tres días donde anduvimos a caballo, trabajamos
con la hacienda, visitamos otras fazendas donde nos recibían
con asados, nos bañábamos en el río todo
en un paisaje increíble, con cerros de forma rarísima,
búfalos pastando, osos hormigueros buscando su comida,
etc , etc, etc,. Espectacular.
Deseábamos
llegar lo antes posible a Venezuela no porque nos aburriera
Brazil sino que nos costaba 1 dolar el litro de gasolina mientras
que en Venezuela solo 8 centavos de dólar. El agua
o lo que sea es mas caro que la gasolina, asi que uno puede
recorrer y recorrer. Entramos a Venezuela por la gran Sabana,
donde habría que hacer un viaje específicamente
a este lugar, es gigante, con selvas, montañas de formas
increíbles (Tepuys), la sabana, los indígenas
y la fauna y el salto de agua mas alto del mundo, y.... habrá
que volver alguna vez (encima esta lleno de oro y diamantes,
que se encuentran a flor de tierra).
Llegamos
el viernes a las 17.15 hs. a la frontera donde ya había
cerrado la aduana y hasta el lunes no abría así
que no podíamos pasar pero con nuestra palabra de que
el lunes estaríamos de vuelta no hubo problemas. Pedro
Camacaro y su mujer que trabajan
en el municipio y por medio de éste nos dieron cuatro
noches en un lindísimo hotel, mas la comunidad de argentinos
y uruguayos que también nos recibieron en sus casas
o nos llevaban a comer o pasear y para completarla un mecánico
peruano de 72 años que su padre, en Perú había
tenido taller donde él se crió entre estos autos,
dijo que cuando nos vió le pareció un sueño
y así nos hizo un excelente service gratis. También
pudimos vender muy bien los cuadros de "Cande" donde
yo soy su enmarcador oficial y representante de ventas.
Junto
a Horacio y Gladis
Ferreras , a Miguel, Carolina y Angel De Pedro y su mujer, a Carlos de Pizzeria Texas recibimos una excelente bienvenida preámbulo
de lo que vendría.
Camino
a Puerto Ordaz por la Gran Sabana, dormimos en una comunidad
indígena Pemón donde nos recibieron de maravilla,
hablando hasta muy tarde en la noche, preguntándonos
como vivía la gente en otros lugares.
A Puerto
Ordaz entramos por una autopista a una ciudad increíble
de puras avenidas, puentes y parques, es una ciudad donde
hay tres represas hidroeléctricas, minas de hierro
y aluminio con sus industrias, puerto sobre el Río
Orinoco, comercio de oro y esmeraldas. Nos hospedaron en la
casa de la familia Martineau que son fabulosos y tenían para suerte del Graham una
casa de repuestos de frenos, así que salimos con frenos
nuevos y un montón de repuestos, los Martineau nos trataron como a sus hijos, hasta nos organizaron una feria
en su casa para que vendiéramos.
Hay
una empresa argentina de Techint donde un grupo de ellos nos
recibieron de maravilla, con un asado espectacular y sobre
todo la familia Larryvey que ademas de comprarnos
un montón de artesanías y cuadros, hasta nos
dieron una fuerte colaboración monetaria, estaban tan
entusiasmados con nuestro viaje que faltó muy poquito
para que se vengan con nosotros.
Teníamos
un problema en el Graham en el tren delantero que con cualquier
pozo empezaba a sacudirse, pero como siempre Dios provee,
entre Rovaretto Gustavo y Carlos mecánicos argentinos también y una empresa rectificadora
quedó de diez.
Salimos
rumbo a Temblador cruzando el Orinoco en una balza donde otro
argentino que habíamos conocido en Boa Vista nos esperaba, Julio Cesar Miño y Gregoria tienen una casa de lubricantes donde ademas de cambiarnos todos
los aceites nos dieron para tirar para arriba, pero no todo
terminó ahí, se armó una caja donde puso
"Gracias por su colaboración" y a todo cliente
que le caía después de contarles lo que estabamos
haciendo les ponía la caja, y así la llenó.
Ademas organizaron una feria donde vinieron muchísimos
a comprar.
Fuimos
a la Cueva de los Guacharos es una cueva gigante muy profunda
donde caminamos casi dos kilómetros dentro de ella,
los guácharos unos pájaros nocturnos que comen
frutas trayendo un montón de semillas que luego comen
los ratones, cangrejos y peces ciegos y sin color que hay
dentro de la cueva, se nos había adelantado otro viajero
a visitar la caverna un tal "Humboldt".
Pasamos
por Maturin Pueblos como Caripe hasta llegar a Cumana, la
primera ciudad fundada en el continente Americano, donde cada
pueblo son re pintorescos con sus miles de colores entre montañas
valles llenos de vegetación y el mar caribe ahí
nomas , uhauuuu!!! Que sueño. Pero que sueño
es cada vez que llenamos el tanque no sean mas de 4 dólares.
En
Cumana tomamos un Ferry a la Isla Margarita donde pasamos
Navidad y Año Nuevo siempre rodeados de gente maravillosa
como Hugo, Ani y su increíble hijo Alejandro, Charly y Martina de Playa Caribe, Gustavo y Nora Salzar , la familia de Victor Hollos donde nos dieron su cuarto principal recien pintado y con
muebles nuevos para que los estrenemos nosotros. En Isla Margarita,
"Cande" salió a vender por las playas de
Parquito los collares indígenas que habíamos
comprado en Ecuador y parecía re-Hippie con su sombrero
de paja, y sus collares colgando.
Margarita
es re-linda por su mar caribeño y sus pocas lluvias,
hay playas lindísimas sin nadie hasta las super de
moda, pueblos bien antiguos y ciudades modernas y todo en
una sola isla. Nos hicieron un reportaje para la T.V. y otro
en el diario local.
Volvimos
hasta el continente para llegar a la punta mas oriental de
Venezuela y en Guiria tomar un barco para ir a Trinidad y
Tobago un pequeño pais en dos pequeñas islas
Esperamos
por un barco para cruzar en una quinta llena de frutales que
nos prestó Gani un tipazo donde "Cande" pintó comodamente
sus cuadros y que vendimos rápidamente, en el barco
que cruzamos a Trinidad, era el "Nova Cura", un
barco Holandes construido en 1903 donde su Capitan Jobb Van Welly nos llevó
y nos hospedó en el barco durante nuestra estadía
en Trinidad, nos paseó y nos trajo de vuelta al contintente,
el también fue un gran aventurero, recorriendo Africa,
Asia y dando la vuelta al mundo en barco, excelente amigo.
El
viaje a Trinidad por el mar, fabuloso hasta los delfines nos
acompañaron. Pero en Trinidad al auto nunca lo pudimos
bajar. Toda la Embajada Argentina, desde el embajador nos
ayudaron para que pudiéramos bajar el auto, y lograron
que tres ministerios el de Transporte, el de Finanza y el
de Turismo aprovaran y apoyaran la entrada del auto sin pagar
tasas y garantías pero una sola persona de la Aduana
decía que en su reglamento tiene que cobrar el 10%
del valor del auto ( nunca nos dijeron cuanto era) y desembarcar
el barco en puerto de Aduana (amarre carísimo y grúa
impagable). Igual recorrimos parte de la isla durante 10 días.
Trinidad
tiene su población mitad negra y mitad hindú,
no son muy accesibles y no tratan bien al turista, no por
lo del auto solamente, sino por la forma en que nos trataban
en la calle, negocios y playas. Pero para nosotros fue muy
lindo conocer trinidad ya que es algo totalmente diferente
a lo que uno esta acostumbrado a ver, conocer es crecer y
ese crecer no hace valorar mucho de lo que tenemos en "Latinoamérica".
Queridos
amigos por favor sígannos escribiéndonos que
lo necesitamos , los queremos muchisimo y si quieren comprarnos
un cuadro o hacer una colaboración bienvenidos sean.
Para comunicarse via E-Mail
con Herman y Candelaria, con
el fin de enviarles alguna palabra de apoyo. Estoy seguro
que lo recibirán de muy buena gana. La dirección
del E-Mail es unahuella@uole.com
Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA
SEXTA
ETAPA CUMPLIDA - Noticias al 21/11/2000
Boa
Vista - Brazil, 21 de Noviembro del 2000
- Queridos
Amigos:
- Como
salimos vivos de esta etapa, se la queremos contar:
No,
no, no, no hay palabras para explicar lo fascinante que estuvo
la bajada por el Rio Amazonas. Bajamos desde Ecuador por el
Rio Napo para despues tomar el Amazonas hasta Manaus (Brasil),
pasando por ciudades importantes como Iquitos (Peru), Leticia
(Colombia) y Tabatinga (Brasil).
Fue por ahora la parte mas aventurera y emocionante del viaje.
Les
contamos como fue:
Nosotros
habiamos llegado a Coca (Ecuador) el 15 de Julio, porque salía
una balsa (Gabarra) para Manaus y nos hacia el favor de llevarnos
gratis. Pero pasaron dos meses y no salía y no había
ningún otro barco que lo fuera a hacer. Así
fue que decidimos luego de hablar con una comunidad indígena,
armar nuestra propia balsa de troncos y bajar con la corriente.
Le fuímos a comentar
la idea a Rafael Galeth, el dueño de
la gabarra que iba a Manaus y nos dijo que no, que con el
río tan bajo en esta epoca sin lluvias, no llegaríamos
a ningún lugar y que nos prestaba una canoa, un motor
y una helice, pero tendríamos que armar todo nosotros,
ya que estaban todas las piezas por todos lados, sin uso,
el motor sin arrancar hace mucho tiempo, la canoa fuera del
agua, y habia que hacer un eje para la helice y un timón,
etc.
Nosotros, nada de barcos, ni idea, pero como todo por algo
es nos pusimos manos a la obra, pero no estuvimos solos, Angel Bravo, Roberto Sanchez, Ruben Sanchez, Jaime Cortez, Marcelo Chimbo, Luis Santamarina, el Tte. Aurelio Aldas, Carlos Saldaña, Jose Mendoza, Ivan Galeth, Marcelo Perez, Cacho Bergantiños, Ninel y Paty Rengel,
Familia Rodas y
muchísima gente mas como, torneros, mecánicos,
soldadores, siempre tenían una mano para ayudarnos.
Pintamos
la canoa de color azul, con el nombre de nuestro viaje en
blanco "TRES AMERICAS - UNA HUELLA", el logo del
viaje, y el logo infaltable de nuestro compañero GRAHAM-PAIGE
en color oro. No se podía creer pero el nombre de la
canoa era "LA MISION" que nos venía mas que
perfecto para nosotros.
Despúes
de casi un mes estuvimos listos para zarpar en una canoa de
25 metros de largo y 2,60 metros de ancho, metálica,
con un motor diesel Volvo Penta de seis cilindros, dos tripulantes
ecuatorianos, Braulio Vegay Machoa y Clever Andi Andy que sabían de ríos, y dos turistas ingleses James Murray y Ben
Sawyer, que conseguimos pegando
carteles en las calles de Quito,
que resultaron ser excelentes compañeros y que vamos
a extrañar un montón. Entonces con el aporte
de los ingleses, la colaboración de algunas empresas
petroleras en diesel, aceite, mecánicos, herramientas,
soldadoras, autogenas y miles de cosas mas que fueron apareciendo,
se fue armando nuestro TITANIC. Y no solo ayuda para lo mecánico
sino también para los papeles ya que habría
que haber hecho los papeles de la canoa y zarpe desde el puerto
de Guayaquil, lo que significaba fortunas en desplazamientos
tanto nuestros como de marinos, papeleos y tiempo, que la
marina nos resolvió a lo mas sencillo, para ayudarnos.
Salimos
el 11 de Octubre del 2000 rumbo a lo desconocido y a la aventura,
con provisiones para 15 días, 1600 lts de gas-oil,
un Graham-Paige, dos
tripulantes ecuatorianos, dos locos argentinos y dos re-locos
ingleses (porque nos creían), con un motor que hacerlo
andar fue un milagro y que al día siguiente que funcionó
salimos, con una bandera Argentina, una Ecuatoriana, una Inglesa
y una Peruana.
Hasta
Iquitos fueron 15 días de navegación, sin ver
ni un barco, solo canoas indígenas. Nos metimos en
ríos y lagunas solo para explorar, en Parque Nacionales
donde éramos los únicos en visitarlos y los
primeros con auto. Donde queríamos parabamos, para
pescar (nuestra comida), para acampar, para bañarnos
en ríos o lagunas, para visitar comunidades indígenas,
en casas de familias indígenas para pasar la noche
e intercambiar comida, ellos nos daban lo que habían
pescado o pollo y nosotros aportabamos arroz, papa, etc, y
comíamos en sus casas típicas a la luz de la
candela. Por suerte la mayoría hablaba en español
pero su idioma es el quechua.
Como
experiencia este viaje fue inexplicable de lo espectacular
que resultó.
Cuando llegamos a Rocafuerte (última pueblo fronterizo
de Ecuador con Perú) estuvimos parando en la casa de
la familia Rodas, fuimos a bailar y nos
fuimos con Kerly a conocer el Parque Nacional Yasuní (tres días),
de donde cuando volvíamos chocamos un tronco y perdimos
nada mas ni nada menos que el TIMON. Imposible de bucear y
a la deriva, y de noche, pusimos una tabla y a los ponchazos
llegamos a Rocafuerte. Al otro día Braulio y Clever se armaron un timón de madera y decidimos seguir.
Como
es de esperar no solo Ecuador, sino la gente ecuatoriana nos
despidió de su país de la forma mas linda, con
lágrimas en los ojos y diciendonos que nos quedáramos
a vivir o que volviéramos. Sinceramente dejamos muchísimos
amigos que nos gustaría volver a ver.
Llegamos
a Iquitos donde nadie lo podía creer, en aduanas nos
pusieron el permiso temporario para circular Nº 001.
Fue el primer auto en realizar esta
vía, nos pedían disculpas por si tardaban en
hacer los papeles porque no sabían como se hacían.
En el puerto nos trataron de maravillas, no nos cobraron amarre,
ni la grua para sacar el auto. Pero no todo fué maravillas
ya que Iquitos fue el punto de despedida donde cada uno siguió
su camino los ingleses rumbo a Cuzco, los ecuatorianos de
vuelta a casa, y nosotros a
Brasil, fue triste porque cuando se comparte algo tan fuerte
la despedida es muy dolorosa. Pero cada uno tiene un camino
y hay que seguirlo.
En
Iquitos le hicimos los arreglos a la canoa para que pueda
volver, ya que todos los dias del viaje algo pasaba, que casi Herman recibe
el diploma de mecanico naval.
Salimos
para Santa Rosa, Leticia, y Tabatinga la triple frontera de
Peru, Colombia y Brasil en medio de la Amazonía en
un barco peruano donde se carga de todo, animales, verduras,
papas, cebollas, millones de huevos y muchísima gente
que todos dormían en hamacas.
Fueron
4 días de navegación donde salimos con un motor
que armaron de cero en el mismo día del zarpe.
Cargar
el auto fue de película tuvimos que bajarlo por un
barranco que era tan empinado que le atamos una soga por detras,
y 15 changarines del puerto mas algunos que se prendieron
para ayudar sujetaban la soga y los costados del auto y otros
iban con tacos para ponerles a las ruedas, todo un circo con
cientos de personas mirando. Una vez en la orilla fangosa
para subir el auto pusimos tablones, mas otros tablones sobre
el barco que al entrar cruzado y para poner el auto recto
sobre los tablones los changarines y todos los demas levantaban
el auto con sus manos.
También
este barco como la canoa, tuvo problemas mecánicos,
la junta del block mezclaba aceite con agua, y con un pedazo
de chapa de una lata arreglaron la junta lo armaron y seguimos,
estos peruanos!
En
el trayecto pasamos por pueblos como Caballo-Cocha, Pebas
y otros mas, donde toda la gente se venían al barco
para ver el auto. Nos bajaron en Santa Rosa (Perú),
cruzando el río esta Leticia (Colombia) y pegado Tabatinga
(Brasil). Fue el primer auto en transitar por Santa Rosa donde
ni siquiera hay calles, se nos complico el cruce del río
ya que no conseguíamos embarcación que lo hiciera
por un precio de amigo, por solo unos minutos de cruce.
Fuímos
a la Capitanía de Puerto de Leticia a pedir ayuda y
la verdad es que los Colombianos son una gente mas que buena.
Se desvivían por ayudarnos, William, Cesar y Erick y no se despegaron de nosotros hasta que
zarpamos. Finalmente conseguimos dos botes chicos de madera,
los juntamos le cruzamos unos tablones donde pusimos el Graham.
En Tabatinga al bajarlo tuvimos que subir una cuesta empinadísima
y un montón de brasileños, como veinte empujaban
el auto. Fue increible!. Hicimos cada peripecia con el auto
en este tramo que si llegó hasta acá, entonces
hasta Alaska no lo para nadie. Ese mismo día salía
un barco hasta Manaus, pero un barco muy particular era grande
y totalmente de madera, parecía un galeón, solo
le faltaba las velas. Se llamaba "Coração
de Mãe" (Corazón de Madre) y llevaba pasajeros
que dormían en sus hamacas de todos los colores y también
carga, con la carga especial de un Graham-Paige y nosotros
dos. Navegamos por cinco días, por un río mas
que gigante, es increíble el Amazonas lo grande que
es.
Llegamos
a Manaus, una ciudad grandísima el 6 de noviembre y
con mucha emoción dentro de nosostros. TIERRA NUEVAMENTE.
Estuvimos
en total un mes desconectados del mundo totalmente, navegando
entre el Rio Napo y el Amazonas, muchísimo tiempo pero
un tiempo inolvidable para el resto de nuestras vidas.
Esperamos
que hayan disfrutado del relato como lo disfrutamos nosotros.
Les estamos mandando fotos que corresponden al primer tramo
en nuestro Titanic, de Ecuador a Iquitos, con el mate argentino
haciendonos compañía.
Ahora le toca al auto rodar y rodar!!!!!!! Nosotros ya trabajamos
mucho.
Hasta
la próxima ETAPA!!!!!!
- Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA
Queridos Amigos:
Aquí nuestra quinta etapa, aún sin finalizar.
- Quito - Ecuador
Nos habían comentado
lo maravilloso que es este país, pero... pero se quedaron
cortos. Es increíble que un país tan chico sea
tan grande si uno hace 300 km. de Este a Oeste y cruza tres
climas totalmente distintos. Hay mar, selva, sierras, nieve,
volcanes, etc. donde uno encuentra no solo paisajes distintos
si no la gente distinta, su forma de hablar, de vestir, de
ser, de color, de comida y hasta de idioma.
Paisajes espectaculares,
gente hospitalaria y económicamente visitable, tres
razones para no tener ninguna excusa para no conocerlo.
Entramos de Perú y
el paisaje cambió repentinamente, del desierto al verde
de las plantaciones de plátanos con bananas por todos
lados, a la derecha e izquierda del camino, en la ruta en
los camiones de transportes, hasta las vacas, caballos, chanchos
y perros comiendo banana. (Si, leyeron bien los perros comen
banana).
Verde todo verde, desde el
Puerto de Machala nos fuímos a Cuenca que es mas que
lindo, es colonial, cultural y con unos paisajes entre las
montañas y sus ríos. Recorrimos Gualaceo y Chordeleg
por los Andes, pura artesanía. De ahí pasamos
por el Parque Nacional Cajas, con cientos de lagunas para
ir a Guayaquil y desde ahí recorrer toda la costa:
Salinas Montañitas, Manta,
Canoa, Punta Piedra, Pedernales todos paisajes espectaculares
de no creer. Montañitas, es un lindísimo pequeñito
pueblo con hoteles tipo choza y madera, su mar con olas para
surfistas y buen clima, pero el niño a su paso hizo
estragos en las playas. Allí conocimos a una pareja
de australianos Lindy and Steven con quienes
compartimos unos días muy divertidos.
Manta: salimos de Montañita
a Manta con solo $ 8.= sabiendo que en Manta había
un banco para retirar dinero, cuando llegamos solo nos quedaban
$ 4.= y el banco no tenía cajero para retirar. Ni idea
de que hacer, no teníamos combustible y no se podía
cargar con tarjeta, para comer tendríamos que ir a
un lugar con tarjeta que seguro sería caro y ni hablar
de un hotel con tarjeta, nos metimos en un bar con tarjeta
que no resultó tan caro y mientras comíamos
entró un señor preguntando por el Graham y nos
dijo, "No me van a creer, pero ¡Que casualidad!,
hoy es 7 de Junio y hace 14 años, justo hoy, nos llevaron
a la Iglesia dos argentinos que estaban de paso rumbo a Alaska
en un auto antiguo" tenía mucha razón no
lo podíamos creer. Ahí no mas, nos invitó
a su casa para darle la sorpresa a su mujer que se quedó
helada al ver el auto y hospedarnos. Nos fuímos todos
a tomar algo a un bar junto a sus amigos donde festejamos
el aniversario de casados. Pero las casualidades no terminaron
ahí, el señor Cesar Bustos resultó ser el despachante de barcos, por eso veníamos
a Manta, para averiguar por barcos a Panamá, y ella,
su mujer Diana la relaciones públicas de Manta, porque era
asesora del alcalde, trabajaba en el Diario, en eventos culturales
y a todos nos hizo conocer, salimos en los diarios, en la
T.V. y por la radio, nos contactaron con Marzan una empresa
pesquera que el dueño había hecho un viaje hasta
Argentina en auto y por eso nos consiguió un barco
petrolero que nos llevaría gratis hasta Panama, que
genial.
También en Manta conocimos a un Periodista Argentino
que además de hacernos una excelente nota, nos contactó
con todos aquellos que tenían barcos para que nos llevaran
a Panamá, hasta nos presentó en una reunión
del Rotary Club local.
Portoviejo: De Manta nos fuimos con el número telefónico
de un señor que había restaurado un auto antiguo
y lo llamaríamos para ver si nos recibiría para
pasar la noche, pero en el camino se nos acercó un
jeep y el señor, nos pidió que pararamos, re
feliz de que lo hiciéramos nos invitó a su casa
sin conocernos y cuando se presentó resultó
ser al que íbamos a llamar, él y su familia
eran mas que espectaculares. Pasamos dos días en su
casa de maravilla, solo se dedicaron a nosotros, a hacernos
probar comidas
típicas, a conocer Portoviejo, a volar en parapente
en Crucitas, andar en Harley, a ver su Camioneta Chevrolet
año 1954 restaurada a nueva y no se cuantas cosas mas. Eduardo Cordova, Katiuska y sus hijos que linda
familia, nos llenó el corazón.
Punta Prieta: La familia Cordova nos dieron muchas direcciones
de amigos que nos ayudarían en nuestro viaje, pero
sobre todo nos dijeron que conociéramos a Alonso
Ordoñez en Punta Prieta porque persona y lugar
eran maravillosos y tan lindo fue como los describieron que
allí fuímos o íbamos porque en Jama un
pueblo a 20 km. de Punta Prieta se nos acercó una camioneta
y el señor nos invitó a su casa de una manera
tan linda que no pudimos decir que no, y dejar para mas adelante
al tal Ordoñez. Nos dijo
que lo siguiéramos, en el camino paraba cada tanto
para mostrarnos un pájaro o un paisaje lo que nos mostraba
que era un ser especial. Nosotros empezamos a pensar si no
sería por esas casualidades el tal Alonso y no
nos quedaron dudas al llegar al lugar y al preguntarle si
no se llamaba Alonso Ordoñez nos miró con sorpresa y al contarle que acá
era a donde veníamos no lo podía creer.
Alonso construyó sobre
un alcantilado al mar unas cabañas en un lugar increíble
que por una historia de amor aún sin final feliz el
buscó para cumplir. Ahí uno se siente que no
necesita nada mas para ser feliz, estar ahí era suficiente.
Está rodeado de selva baja, con monos que se hacen
escuchar todo el día, casas típicas sobre la
playa de pescadores con sus botes de madera multicolores en
un mar de ensueño. Desayunábamos camarones todos
los días, anduvimos en bote, conocimos pescadores que
todo te lo ofrecían. Alonso había encontrado el lugar que soñaba para ir
con su amor, pero todavía su amor no podía ir.
En el lugar que se afincó, construyó un paraiso,
y se rodeó de cientos de animales autoctonos (hasta
una tortuga gigante de Galápagos que ya tenía
tiket de retorno de avión para a las islas).
Nos hizo una fogata enorme en la playa con unos cuántos
amigos que terminó en guitarreada. Participamos en
una fiesta manabita (nombre de la provincia) donde todo es
comida, música y baile, nos dieron de probar todos
los platos ya que cada uno preparaba uno y querían
que se los probáramos. Subiríamos para Esmeralda,
pero pasó que se nos rompió la máquina
de fotos y a Quito partimos para ver si se podía arreglar,
cosa que no se pudo y obligados a comprar otra (desangre).
Antes de ir a Quito pasamos por Pedernales y camino a esta
ciudad cruzamos la latitud 0° entrando en el hemisferio
norte cosa que nos alegró enormemente y para festejarlo
nos organizaron una caravana de autos por las calles de Pedernales
con los taxis, autos y el camión de los bomberos que
con su sirena y parlante anunciaba nuestro viaje, todo un
circo que aunque nos daba un poco de verguenza nos alentaba
muchísimo. Paramos y la gente se nos arremolinó
mucho mas y hasta algunos nos ofrecían comidas y gaseosas
para llevar, todo fué un sueño y atrás
de todo esto Alonso.
Quito nos recibió
como si supiera de nuestra llegada, porque cuando paramos
en la Embajada Argentina que nos recibieron de maravilla se
nos
acercó un señor que quería hacernos una
nota para el programa "La TV" que era el mas visto.
Nos hicieron una nota muy linda en el monumento de la mitad
del Mundo.
Conocimos a Chiavassa
José María que tiene un Ford A con el
que fué a correr un rally desde Bogotá hasta
Costa Rica, a su vez conocimos a integrantes del Club de Autos
Antiguos de Ecuador. En Quito nos recibió la familia Huespe que son unos Argentinos
residentes desde hace seis años que fueron maravillosos
con nosotros, nos ayudaron en todo y nos llevaron a recorrer
lugares tipicos como Otavalo e Ibarra, que son mercados indígenas.
En su casa nos hicieron sentir de la familia, como íntimos
amigos que no se veían hace tiempo. A Leonor, Roberto y Desire un gran abrazo y muchísimas gracias.
Salimos de Quito despues
de una infructuosa búsqueda de un sponsor pero con
la noticia de que había una balsa (gabarra) que nos
llevaría a Manaus
(Brasil) para el 15 de Julio, dado que el comandante Jaramillo y el capitan Espinoza de la Marina de Ecuador que conocimos en Salinas ante nuestra
pregunta de que posibilidades habría de bajar por el
Rio Napo hasta el Amazonas, se movieron y lograron que cuando
parta la segunda balsa que realizaría este viaje nos
llevaran gratis y así sería el primer auto en
hacerlo.
Pasamos por Zumbawa que es
otro mercado indígena pero bien autóctono sin
turistas y lejos de los buenos caminos pero el Graham imparable
nos llevó. Lo que mas nos llamó la atención
fué el mercado de animales donde todos estos mesclados
y sujetados con correas como perros se ofrecen, chanchos,
lechones, llamas, burros, vacas, ovejas que llegan de todas
partes bajando la montaña. El comprador recorre los
animales, los levanta para pesarlos, los pellisca en algunas
partes para ver su gordura y le hace una oferta al dueño,
que son largas charlas de tire y afloje.
Pasamos por Latacunga camino
a Baños, donde se nos acercó un señor
a comentarnos que hacía unos años había
pasado un argentino recorriendo américa en bicicleta,
cosa que no sería algo fuera de lo normal sino fuera
que se llamaba "Che" Guevara.
Llegamos a Baños con
el Volcán Tunguragua echando bocanadas enormes de humo.
Hacía solo un mes que la gente había vuelto
al pueblo despues que fueran evacuadas por las erupciones.
En las calles había carteles señalando para
donde había que correr en caso de nuevas erupciones.
De Baños a Puyo, Tena, Loreto y al final Coca, se baja
de los 3000 msnm a los 200 msnm y se penetra en la selva tropical
y aunque no son muchos los km. de Baños a Coca a nosotros
nos tomó mas de cinco días parte por el desastroso
camino que nos hacía avanzar solo a 10 o 15 kms por
hora, pero también porque el lugar era para parar cada
cinco km. y apreciar sus paisajes. Desde los Andes se ve ese
manto verde plano que se pierde en el horizonte, sólo
interrumpido por ríos de aguas marrones y nubes que
se van formando.
Coca o Francisco
de Orellana en honor al primer hombre que bajó
el río hasta la boca del Amazonas y de ahí a
España en barcos que construyeron con lo que encontraron.
Pero que fea ciudad, que sucia, caminos destruídos
negocios callejeros, un gringo me la describió como
un campamento de refugiados, perdón pero es que es
tan lindo la selva que la rodea que ver
tanto abandono es triste y para colmo es donde mas estuvimos
en todo el viaje, esperando que la famosa balsa parta para
Manaus pero postergaciones tras postergaciones nos retuvo
mas de lo esperado y es aún todavía que seguimos
esperando.
Pero mientras tanto fuímos
a la selva como a Pañacocha, Rocafuerte, Pantoja (Perú)
Tiguino y Shusufindi, conviviendo con comunidades indígenas,
animales y paisajes increíbles, pescando, navegando
y hasta trabajando.
En el campamento de servicios petroleros de Roberto
Sanchez que es un argentino que nos hospedó,
aprovechamos para hacerle al auto cientos de service y arreglos. Cande descubrió ser una
excelente pintora en Acuarela, sus pájaros y flores
ya nos han dado algunos pesos, esos ingresos ayudarán
para seguir avanzando.
Les escribimos ésta
etapa aún sin finalizarla, aún sin salir pero
no queríamos perder el contacto, decirles que aún
estamos en la huella, que la idea es
ir hasta Manaus (Brasil) y de ahí subir hasta Guyana,
Venezuela para pasar a Panamá y seguir nuestra ruta.
Nos preguntaron que fué
lo mas lindo del viaje, y los dos respondimos que lo mas lindo
es la gente, los paisajes son lindísimos pero los mejores
recuerdos nos los llevamos de la gente, desde que salimos
todos nos sorprendieron con algo y para nosotros que no nos
esperábamos ésto fue el mejor regalo, a todos
ellos muchas gracias.
Gracias por seguirnos, gracias
por escribirnos y alentarnos, no lo dejen de hacerlo ya que
nos re sirve. Los queremos muchísimo.
Candelaria y Herman Zapp
TRES AMERICAS - UNA HUELLA
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