Raid Nueva York-Paris     
En febrero de 2008 hizo cien años que dio comienzo este raid considerado “La Vuelta al Mundo”
Por: Bocha Balboni

Trato de relatar aquí los hechos de acuerdo al resultado de mis investigaciones, con los medios disponibles a mi  alcance. En muchos casos se trata de  recortes periodísticos o apuntes de relatos de quienes participaron por lo que pueden contener errores debido a que no siempre es posible chequear su exactitud. En caso de que el lector disponga de información ya sea ampliatoria o en contrario, con muchísimo gusto le agradeceré me lo hagan saber, lo mismo en lo que respecta a mis opiniones que son solo mi modo de ver o interpretar un acontecimiento, y que mas allá de la pasión por los autos no existe mas  que el deseo de compartirla con quienes tengan interés o sientan lo mismo.

A principios del siglo pasado los autos eran una curiosidad, un divertimento de aristócratas, un sueño inalcanzable para la mayoría. Con espíritu aventurero  y de ir tanteado hasta donde se podía confiar en los recién nacidos automóviles, se había disputado el año anterior el Raid-competencia Pekín-París. Sobre un recorrido de 16.000 km, para el que emplearon 61 días los ganadores (el príncipe Scipione Borghese con ITALA). Cuatro vehículos  lo completaron, sobre los  solo 5 que se presentaron a largar el 10 de junio de 1907, organizado por un periódico Francés: “Le Matin”.


           
Cumplido éste,  los mismos organizadores volvieron a desafiar a los deportistas de la época: se animarían  unir  entonces New York con Paris?

El 12 de febrero de 1908 seis autos se presentaron a largar esta vez, en Times Square:

Por Francia

            1 De Dion Bouton de 30 HP Tripulación: Bourcier Sanint-Chafray, Hansen (Noruego) Austran (mecánico)
            1 Motobloc 30 HP Tripulación: Baron Godard, Livier (fotógrafo) Huc (mecánico) Marca con sede en Bordeaux, Francia.
            1 Sizaire Naudin un  pequeño auto Francés, de un cilindro y 900cc., chasis de madera con refuerzos metálicos. Paris, Francia.

Por Italia

            1 Züst 40HP Confiado a: Sirtori,  Haag mecánico y Antonio Scarfoglio periodista de Il Mattino di Napoli
            Aclaremos que no obstante el nombre el vehículo era italiano, la fábrica estaba en  Milano mas precisamente.

Por Alemania

            1 Protos 60 HP de 2.700 kg de peso con Hans Koeppen  Hans Knape – Ernst Maas auto construido especialmente para la ocasión, a la usanza alemana, todos integrantes del ejército. ACHTUNG! o (ARBEIT MACHT FREI)

Por USA

        1 Thomas Flyer 60 HP al mando Montague Roberts-Walter Williams (periodista The Times)- George Schuster subido último momento, debido que en la propia largada desertó el mecánico inscripto, Schuster había sido enviado por la fábrica para atender el auto hasta la partida, y ante la vacante, se integró a los raidistas.

       
Thomas era una fábrica de bicicletas y motos fundada en 1890 por Erwin Rose Thomas que había empezado a fabricar automóviles, estaba  ubicada Buffalo (NY) y no tenían grandes expectativas de que aquellos frágiles e inexperimentados vehículos, ni su auto de serie pudiera cumplir el recorrido.
           
Además de un coraje y espíritu de sacrificio envidiables, resulta difícil imaginar  cómo se reaprovisionaban de aceite, combustible y alimentos. Imagínense un tipo, bajándose de uno de esos aparatos a pedir a un campesino Ruso donde quedaba el próximo pueblo o donde podía conseguir una cubierta, o agua.
           
Pero bueno, pertrechados con latas de combustible y aceite, alimentos, cubiertas y otros repuestos,  vestidos con abrigos, gorras de piel, botas y antiparras pusieron manos a la obra.
           
Imagínense lo tremendo del esfuerzo, la total falta de rutas e indicaciones, solo en parte caminos, senderos y a veces ni eso. Mas las inclemencias del tiempo, la nula comodidad en los vehículos y un andar nada confortable, mas roturas y otros percances. Inconvenientes de todo tipo desde animales salvajes, salteadores y accidentes geográficos acechaban a los participantes.
           
Se calcula el recorrido en unos 34.500 Km.
           
Ante la magnitud del esfuerzo que prometía la acometida, ya dijimos que el mecánico del equipo norteamericano desertó antes de partir. Imaginemos en su memoria, que no “arrugó” sino que una bella norteamericana que fue a presenciar el evento, lo cautivó y se lo llevó puesto. Es mas romántico...
           
El pequeño Sizaire-Naudin se quedó definitivamente el segundo dia, y ni se conservan los nombres de sus intrépidos tripulantes.
           
Como caballeros que eran se iban ayudando uno a otros cuando se encontraban en dificultades, pero como era una competencia el que se adelantaba...se iba. En 15 dias llegaron a Chicago, a su paso la gente ayudaba, el ejército, los empleados del ferrocarril, todos aportaban lo suyo.
           
Transitando como podían, por el costado de los ríos o lagos, senderos, y cada vez que era posible utilizaban  vías de ferrocarril para lo que obtuvieron un permiso especial, avanzarían paso a paso, cayendo a veces en pantanos o arenales. Mientra el público iba teniendo noticias según los pasos por donde existía telégrafo.
           
En el estado de IOWA, el Motobloc, decidió que ya era demasiado para ellos y ahí nomás se quedó. El Thomas, al cruzar el desierto de Mojave estableció el record de recorrido en un dia: 534km.
           
En  Wyoming, Montague Roberts, desistió de continuar y fue reemplazado por E. Linn Mathewson que condujo hasta Utah donde Harold Brinkes, se hizo cargo del volante.
           
Así el 24 de marzo el Thomas Flyer llegó a San Francisco completando los 6170km en 42 fatigosos  dias, mas atrás el resto venía pelando como podía.
           
Con la alocada suposición de cruzar el estrecho de Bering marchando sobre el hielo, embarcaron el Thomas a Alaska, para encontrarse con la mofa de los lugareños que les informaron que eso no era posible de ninguna manera, por lo que debieron regresar a San Francisco donde  acordaron lo siguiente: El Thomas, el Zust y el De Dion que había llegado a la costa esperarían al Protos que llegaría por ferrocarril, sumándole 15 dias de penalización. Así todos juntos se embarcaron en un vapor rumbo a Vladivostok.
           
En Seattle, Walter Williams, no quiso seguir y fue substituido por George MacAdam que se comunicaba con su redacción por telégrafo y palomas mensajeras.
           
Antes del cruce del océano el conductor del Thomas, Harold Brinkes desertó y Schuster, aquel subido de ultima casi ignorado por la prensa hasta el momento, se encargaría del puesto de ”chauffeur” de alli en adelante. Sus vastos conocimientos mecánicos le permitirían mantener el Thomas en marcha.
 All momento de  reanudar la marcha en Vladivostok, la tripulación del De Dion consideró que este no soportaría el esfuerzo, de forma que no fue de la partida.
           
Para el 18 de julio el Protos que había ganado la delantera, se presentaba en Moscú y era premiado por el Zar, por haber sido el ganador de ese tramo sobre suelo Ruso, donde habían dispuesto esperarlos en postas de reaprovisionamiento cada 450 km. En adelante casi todo era sencillo al lado de lo vivido, ya que si bien esos caminos hoy los consideraríamos intransitables, para aquellos pioneros eran una belleza!
           
Dificultades en la transmisión retrasaban al Thomas, que al reanudar la marcha redoblaría el paso para recuperar terreno.
           
Así el 26 de julio de 1908, entraba en París dando fin a la hazaña el Protos, después de una espera de cuatro días llegó el Thomas a los 169 días de haber partido, mas tarde también llegó el Züst, el 17 de setiembre.
           
Por la penalización sufrida al haber embarcado el auto sobre un tren para llegar al puerto y cruzar el Pacifico, el Protos que llegó primero debió resignar esa posición a favor del Thomas, llevándose Schuster la gloria, aquel mecánico de Búffalo que fue a la largada a llevar el auto y pasó a suplantar primero al mecánico y luego al conductor.
           
La falta de experiencia, los poca claros reglamentos, los emparches, la imposibilidad de  fiscalización en muchos tramos del recorrido, transformaron el resultado en un “berenjenal” que terminó causando enemistades y acusaciones poco compatibles con la caballerosidad con que se inició el desafío.
           
Pero esta epopeya épica  escribió así una página importantísima en la historia del automovilismo y se vio emerger un nuevo país que se incorporaba al concierto mundial que ejecutaba el naciente medio de comunicación:  Estados Unidos.
           
Hasta allí habían prevalecido los Franceses, Italianos, Ingleses y Alemanes. Este primer triunfo americano llenó de entusiasmo a sus ciudadanos empresarios e inversores que pusieron los ojos en el automóvil.
           
De allí en mas vinieron las rutas, las señales, las fábricas los modelos y la historia que ya conocemos. El automóvil había demostrado su potencial y entusiasmado al público con sus prestaciones.
           
Henry Ford, W.P.Chrysler, los  Studebaker, los Duesenberg, Heny Leland,  la producción en serie, la competencia, la libre empresa, la iniciativa privada, harían que lo que empezó como un lujo reservado a una minoría pasase a ser un bien alcanzable por la gran mayoría.
           
Este relato, un poco se lo debemos a mi sobrino Gaspar, que  siempre me alcanza material, y un día me mostró una revista Selecciones donde mencionaba el tema, esto  me hizo recordar que, cuando tuve la suerte de visitar el Museo Harra’s del automóvil en Reno (Nevada) USA (lo que me gustaría contarles alguna vez), pude ver  y emocionarme al estar frente al Thomas Flyer.
           
Entonces mas me entusiasmé,  seguí investigando  y encontré que aquel Thomas Flyer era verdaderamente el original restaurado y que el mismo Geoge Schuster en 1964 había certificado su autenticidad,  cuando tenía 92 años pudo verlo terminado, y volverlo a manejar. Falleció en 1972 a los 99 años.

Reconocimiento, fuentes consultadas:
Autoclub, Automundo, Autorama, Enciclopedia de Oro del Automovilismo,  Enciclopedia Salvat del Automóvil, La Nación, Mecánica Popular, Motor Clásico, National Automobile Museum, Reno, Nevada, USA (Harra’s Collection) Parabrisas, Quatroruote, Selecciones del Reader’s Digest.

                                                                                    
                                                                               

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