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SE CUMPLEN CIEN AÑOS DEL RAID PEKIN-PARIS
El 10 de junio de 1907 partía desde Pekín rumbo a la aventura un grupo de intrépidos automovilistas
Por: Bocha Balboni

Cuando los autos eran tan solo una curiosidad, un divertimento de aristócratas, un sueño inalcanzable para la mayoría. Con espíritu aventurero  y por descubrir para que pudieran llegar a servir  los recién nacidos medios de locomoción, se  armó el Raid-competencia Pekín-París sobre un recorrido de 16.000 km, organizado por un periódico francés.

En esos momentos de pioneros cuando todo estaba por hacerse, el periódico francés Le Matin desafió a los sportsman de entonces preguntando en tapa: “Hay alguien que, durante el próximo verano esté dispuesto a ir de Pekín a Paris en automóvil?”
         
Hablamos de 1907, todavía el Ford T, el mas rudimentario y tal vez noble de los autos ni había nacido, los nuevos vehículos que prescindían de la tracción a sangre eran una curiosidad, reservado a pudientes y aventureros, algo inalcanzable para el gran público. De rutas ni que hablar... sin embargo a poco de echarse a rodar la temeraria idea ya 25 equipos habían anunciado su participación, porque  aunque no parezca, había gran interés en someter a prueba el nuevo medio de locomoción, las nuevas máquinas que se movían por sus propios medios y no se cansaban.
         
Al parecer las descomunales distancias, unos 16.000 kilómetros, así como las enormes peripecias que sobrevendrían para sortearlos no parecían, al menos al principio  amedrentar a aquellos entusiastas.
         
Se fijó entonces una fecha de inicio de la prueba: 10 de junio de 1907 (tené en cuenta 100, se cumplen 100 años!) y se estableció como  parque cerrado el cuartel francés de Voyron,  en Pekín (China) donde sólo se presentaron finalmente a largar cinco equipos ya que al parecer algunos meditaron y concluyeron que no se aguantarían el sogazo.
         
El Príncipe Scipione Borghese con ITALA, a quien acompañaría Luigi Barzini enviado especial del prestigioso periódico italiano  Il Corriere de la Sera, con el mecánico y conductor Ettore Guizzardi. Auto de origen italiano   equipado con  un motor de 4 cilindros 7.433 cc. denunciando  35/45 HP
           
George Cormier, de Francia con De Dion Bouton 10 HP (que polenta!)
Victor Collignon, inglés con De Dion Buton 10 HP – Jean Brac (mecánico enviado especial de De Dion-Buton)
Charley Godard, que conduciría un auto Holandés Spyker (te suena?) Se pronuncia mas o menos como “Spaiquer”.
 Auguste Pons otro francés, se animaba con un triciclo Contal de solo 6HP
         
Integraban la expedición sin estar asignados a un auto en particular, Jean du Taillis, corresponsal del periódico organizador y Edgard Longoni, que cumplía similares funciones para Il Secolo di Milano.
         
La empresa De Dion, había designado dos mecánicos para que acompañaran sus autos, pero uno de ellos  (Octave Foucald) no fue de la partida retornando a Francia, por lo que Jean Brac debió hacerse cargo del mantenimiento de los dos autos de la marca.
         
Todos llegaron por mar a Shangai y de allí en tren a  Pekín, con iguales esperanzas, ya que al no haber antecedentes había quien sostenía que serían mas adecuados los vehículos livianos, que se moverían mejor en los senderos contando con su mayor maniobrabilidad a su favor.
         
Bueno, si pensaste al revés acertaste. Hoy parece lo mas lógico, el fortachón Itala se cortó solo mientras que el único en claudicar fue el pobre triciclo francés.

No puedo ni imaginarme semejante chifladura. Cómo transportarían lubricantes,  combustible? Cubiertas y otros repuestos? Debían atravesar el desierto de Gobi, Mongolia, Siberia, Rusia, Polonia, Alemania y buena parte de Francia. Los grandes obstáculos fueron sorteados improvisando, puentes precarios y cuando no, desarmando los vehículos para cruzar ríos o arroyos, a veces subirlos con aparejos para salvar desniveles, para lo que debieron contar con la ayuda de lugareños que armaban brigadas para colaborar en sortear las dificultades, auxiliados por pastecas, palancas, y cuanto artilugio tuvieran a su alcance.
Para el 20 de julio se encontraron, el Itala y los tres tripulantes, mas o menos de vuelta a la civilización, en los montes Urales que delimitan Europa y Asia. Los seguían los dos De Dion y el Spyker a 17 días de distancia.
         
Llegados a Moscú, 7 dias después,  la cosa ya pintaba mejor, era después de todo casi como estar en casa... En adelante los esperaban caminos bordeados de público alborozado que admirado los vivaba su paso.
         
Borghese, su auto y sus acompañantes intentaban, transcurridos 61 días de la partida,  poner sus pies en París a media mañana del 10 de agosto de 1907, cuando una multitud se lo impidió alzándolos en andas y llevándolos así por un buen trecho al recibirlos  jubilosamente, frente al edificio del periódico organizador.
         
Los tres competidores restantes llegaron veintiún días después. Y como siempre apenas se conocen nombres y  apellidos, pero en realidad fueron tan triunfadores como Borghese porque la magnitud del emprendimiento era de proporciones gigantes y  solo el hecho de haberlos cumplido los hace merecedores de un lugar de preferencia en la historia de del automovilismo.
         
Es difícil que podamos ponderar hoy lo que esta epopeya significó, una sola anécdota resalta la enormidad del desafío. En Siberia al tener que desarmar el auto para atravesar un precipicio, una rueda se precipitó al abismo de donde fue imposible rescatarla. Cuando todo parecía perdido pues no había forma de conseguir el reemplazo, un artesano carpintero de lugar con sus modestas herramientas construyó otra rueda que les permitió continuar el recorrido.
         
El Itala fue conservado y hoy es exhibido en el museo Carlo Biscaretti di Ruffia en  Italia. Así se hace con las reliquias en los países donde no hacen falta avisos publicitarios para decir que son “en serio”.
 Los participantes, menos duraderos que el noble fierro se pierden en la oscuridad del tiempo. Afortunadamente perduran los libros  que publicaron, Jean du Traillis: DE PEKÍN A PARIS EN AUTOMOVIL, George Cormier EL RAID PEKIN-PARIS (4.000 Lugares en Automóvil) y Luiggi Barzini LA MITAD DEL MUNDO VISTA DESDE UN AUTOMOVIL y DE PEKIN A PARIS EN 61 DIAS, profusamente ilustrados, que los interesados pueden leer en: www.laescudería.com. 

Talvez corresponda un pequeño repaso acerca de la marca ITALA. A fines del siglo XIX existían en Italia los hermanos Ceirano, entusiastas creadores de varias fabricas de automóviles. Tipos muy curiosos, porque en general fundaban empresas  de las que  posteriormente se retiraban para marcharse a fundar una nueva. El menor, Matteo, asociado con Giovanni Battista Ceirano otro de los hermanos y seis socios mas fundaba en 1903 la  Ceirano Matteo y C., ya al año siguiente cambia de nombre por Ceirano Matteo y C. – Vetture Marca Itala. Y poco después un grupo genovés se hizo cargo de la misma, que tomó la denominación de Itala Fabbrica Automobili S.p.A.
         
La exitosa intervención en las primeras carreras y desafíos cimentó el prestigio de la marca, elegida a raíz de ello posteriormente por Borghese para el duro raid, cuyo resultado incrementó su fama. Luego de un brillante período y de haber cosechado merecida reputación, Itala fue tropezando con dificultades económicas hasta su desaparición a principios de  la década del 30.
         
Con respecto al Raid Pekín-París, hay que destacar que sigue siendo inimaginable una empresa de tal magnitud casi aún hoy. Que habrá sido entonces!. Vamos a tener seguramente una idea muy bien documentada ya que en conmemoración se está disputando una nueva edición, esta vez evocativa, en la que intervienen tripulaciones de todo el mundo entre ellas  argentinas, en una de ellas va el periodista Juan Pablo Vignau que seguramente nos deleitará con sus relatos.
         
A todas luces destacable el desempeño de los autos De Dion de tan solo 10 HP (la cuarta parte del ganador)  aunque, reitero, a mi juicio poco importa el orden de llegada, el solo hecho de haber cumplido la hazaña es mérito suficiente como para que   recordemos aquellos pioneros con admiración y respeto.
Nota: Quien se interese puede consultar la clasificación del actual Raid que se está desarrollando en conmemoración en: http://www.pekingparis.com/ppdata/results.php

Fuentes consultadas: Autoclub, Automundo, Autorama, Autosprint,  Enciclopedia Salvat del Automóvil, Motor Clásico, Quatroruote, www.laescudería.com.
                   

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