Aquellos Talleres del TC
Por: Raúl Gattelet

Descripción: http://1.bp.blogspot.com/-xsoVQQ113sE/Tl-S8jNF86I/AAAAAAAABLw/u80kn2eQlkI/s400/pai_taller.jpg

Con cierta nostalgia uno recuerda aquellos talleres donde se preparaban los TC de los ’50 y ’60. En la foto trabajan el Ñato Aguirre y Pechengo Paz en el auto de Pairetti (1962), mientras observa Bernardo Pérez y el grupo de amigos del taller.

No es que aquel automovilismo fue mejor que el actual. Son épocas diferentes que no admiten comparaciones. El profesionalismo de estos años ha transformado los talleres en verdaderas estructuras que albergan varios automóviles y en territorios donde se observan sofisticadas herramientas y maquinarias. También es cierto que no es fácil el acceso de personas que no pertenezcan a esos “laboratorios”.


Descripción: http://2.bp.blogspot.com/-FF8sXTk4KhI/Tl-S3Wu_7DI/AAAAAAAABLo/m5vLwMtY1q0/s320/aeid_taller.jpg

Rubén Aeid

Otros tiempos

Lejos quedaron aquellas tardecitas con olor a nafta y aceite, con herramientas en los tableros y otras desparramadas por el piso, mientras el mate corría de mano en mano y el único impedimento para los presentes era la “soguita” que cercaba el automóvil de carrera, motivo de desvelo de los mecánicos y amigos que colaboraban con ellos. Ni qué hablar si tocaba en suerte ingresar en el equipo, aunque sea por diez minutos, cuando el mecánico levantaba la vista y al primero que veía le decía. “Haceme un favor, anda a buscar una arandela a lo de Pepe”. Pepe era el dueño de la casa de repuesto que también colaboraba en la preparación del auto del pueblo.

Descripción: http://1.bp.blogspot.com/-MpauPtZQxvI/Tl-SwwZc0wI/AAAAAAAABLg/Xj5cTZflJqw/s320/ruso_taller_blog.jpg
El taller de Carlos Marincovich



Comentarios

De la cofradía del taller estaban los que tenían -según ellos- la precisa: “sabés que el turco (Rubén Aeid) trabajó en la tapa de cilindros y el auto de (Carlos) Pairetti tiene 200 vueltas más.” O el flaco que hacía mutis por el foro y con cara de “Yo la tengo clara”, informaba en la confitería que “Bernardo trabajó en los Webber y el auto del Ruso va a caminar fuerte este domingo.” Traducido, era: “Bernardo Pérez trabajó en los carburadores y el auto de Carlos Marincovich….”Por otra parte, llegaban los que venían del taller de Luis Di Palma, al lado del “Patrullero”, y haciéndose los distraídos largaban como al pasar. “El ñato Aguirre rellenó la tapa de cilindros del Loco y dicen que el auto va a tener como 300 vueltas más…”. Continuando con el rondín, los que disponían de tiempo como para recorrer todos los talleres, decían que “En el taller de José (Pozzi) consiguieron unos escapes nuevos, por lo que el V8 va a dar que hablar…” En esa ronda de vueltas y más vueltas, kilómetros y más kilómetros de velocidad… lo real, lo concreto, ocurría el domingo cuando el auto salía a devorar kilómetros y ante el llamado del avión todo el pueblo podía pasar de la alegría a la frustración. Ejemplos: “En el top está primero….” o el fatídico: “Piloto y acompañante nos hacen la clásica seña de que ¡no va más!…” Y el lunes, todo volvía a empezar… Esto ocurría en Arrecifes y en cualquier otro lugar de la Argentina

Descripción: http://1.bp.blogspot.com/-YS8qZARxsPY/Tl-SpYeOSBI/AAAAAAAABLY/XjZOV4r3m8w/s320/pozzi_62.jpg
El taller de José Pozzi, 1962