STUDEBAKER AVANTI

 


 


De las geniales manos de Raymond Loewy(NOV/5/1893– JULIO/14/1986), el estilista que propuso desde Studebaker los cambios estilísticos mas fundamentales en la historia del automóvil, salió también hace cincuenta años, el AVANTI diseño encargado por Studebaker Corp. cuando venía herida tal vez ya de muerte en la lucha por la supervivencia en el mercado automotriz.
Cabe agregar que Loewy es considerado padre del diseño industrial, uno de los grandes diseñadores norteamericanos y entre sus aciertos mas conocidos están la botella de Coca Cola, los logos de Shell y de Lucky Strike.         Fue un diseñador muy prolífico que colaboró desde muy joven en diferentes rubros además del automóvil,  como electrodomésticos, muebles, publicidad, trenes, aviones, máquinas para oficinas.
Sirvió a su patria, Francia, como corresponde a todo tipo bien nacido, siendo capitán  durante la primera guerra mundial.
Había nacido en París y al emigrar a USA se empezó a destacar en New York  como diseñador de vidrieras.


Raymond Loewy, Sherwood Egbert y el AVANTI

        Esos avatares de la vida y los negocios que llevaron a la STUDEBAKER a vivir casi perseguida por el infortunio, hicieron que esta constructora de automóviles de muy buena calidad orientara su búsqueda de participación en el mercado a través de muy buenos diseños, totalmente originales y a Loewy recurrió desde la década del '30.
Así, ya sabemos la historia tal vez triste del Rockne, la belleza de los modelos post guerra, la sensación del  hermoso modelo del 52, y el lanzamiento del Lark primer compacto americano.
Cuando iniciados los '60 Sherwood Egbert presidía Studebaker Corp. le fue encargado el diseño del    nuevo modelo a Loewy, con una trayectoria de colaboración con la marca.
Ya casi sobre el fin de su carrera, Loewy imaginó el AVANTI,  formó un equipo para el diseño y desarrollo de una cupé cuatro puestos deportiva de carrocería en fibra de vidrio, frenos delanteros a disco (novedad para USA), de concepción norteamericana pero con un styling muy particular.



        El motor V-8, 289p3, 240HP de válvulas a la cabeza accionado por varillas y balancines con cámara hemiesférica, compresor, caja de cuatro cambios con comando al piso, opcional manual o automática.

Se ofreció también una versión con el mismo motor  con compresor que rendía 289HP.
Este  deportivo americano vio la luz en la primavera boreal  de 1962 y pese a que causó sensación  no logró revertir la dificultosa situación  de empresa de South Bend (Indiana) herida de muerte en su lucha desigual contra los gigantes automotrices, aún siendo que en la segunda década del Siglo XX supo ocupar el 3° y 4° lugar en ventas.
Las entregas comenzaron avanzada la segunda  mitad del año ya como modelo 1963.

No les fue bien con la tercerización en la elaboración de las carrocerías en fiber-glass a la misma firma que diez años antes había fabricado las de Corvettes. Se originaron demoras, incumplimientos lo que  complicó las cosas y Studebaker debió pensar en hacerlo por su propia cuenta lo que significaba mas inversiones de lo que había pocas posibilidades.

En diciembre del  año siguiente debió anunciar el cierre de esa planta, a la vez que daba cuenta que en adelante Avanti sería producido en Hamilton (Ontario) Canadá, situación que  perduró hasta 1966 en que la antigua marca nacida antes que Ford y Chevrolet,  cesó definitivamente sus operaciones automotrices.




Durante ese período no se construyeron nuevos Avantis sino que se fueron completando los que quedaron con partes en stock.

Posteriormente los concesionarios de ventas Nate Altman y Leo Newman, por un tiempo intentaron seguir produciendo este modelo para lo cual adquirieron la marca y su matricería.

La buena impresión dejada por el modelo y el cariño que le había tomado el público, hizo que se proyectaran varios intentos de resurrección pero sin concretarse.

Studebaker  debió arriar sus banderas, pero dejó una  marca indeleble en la historia del automóvil, y el Avanti aunque no fue un éxito comercial, fue como el sello de que la casa, se retiró como existió: apostando a la innovación estilístca. 

                                                               Bocha Balboni