PRIMER GRAN PREMIO DE LA PROVINCIA DE SANTA FE - 85° aniversario

Inauguración del circuito  Esperanza Noviembre 14 de 1926

 

Había generado gran expectativa en la zona como en el ambiente automovilístico del país, la propuesta de la recién creada institución ESPERANZA AUTOMÓVIL CLUB que bajo la presidencia de su fundador el señor Enrique Bernasconi emprendió la casi titánica tarea de realizar un circuito, único en el mundo de 18.797 m de recorrido.
Los hubo con rectas mas mas largas: Mulsanne en Le Mans de 9 km, pero no desembocaba en una curva semicircular peralta, o como la Indianápolis, pero las curvas son en ángulo recto, o Brooklands (Gran Bretaña), que no tienen rectas de 7 km. con grandes peraltes. En cambio si  hubo con una  curva peraltada semicircular, A.V.U.S. (Alemania) con rectas de 9km, hasta que por la ocupación post II Guerra quedó mutilado.

Tenemos que ubicarnos en el tiempo: 1926, si bien el tio don Henry ya venía llenando el mundo de Ford T, estaba todo por hacer. No había maquinarias a motor, grandes tractores o camiones, lo mas que común que se movía eran precisamente  esos ”Forcitos....”


Integraban la comisión directiva del Esperanza Automóvil Club, adherido al Automóvil Club Argentino y por lo tanto a la F.I.A.:Arturo Pinter, Pio Jacinto Guala, Enrique O. Bernasconi (Presidente), Carlos Wernly, Luis Valloud, Rodolfo Iturraspe, Luis A. Gay, Víctor Fontana, Juan Wernly, Domizio Pedrazza, Blas Chiabrera, R.Costa Rigesti, Francisco Hessel (h), Zoilo Ocampo y Walkers Depetris.

El Esperanza Automóvil Club vigente todavía en la actualidad gracias al Dr. Lorenzo Alvarez y un grupo de entusiastas, viene a ser en este momento junto al Automóvil Club Argentino una de las pocas entidades que desde aquellos tiempos continúa promoviendo el automovilismo, y hoy el cuidado y conservación de nuestros vehículos ancianos.

En aquellos tiempos los  vecinos frentistas colaboraron con entusiasmo en  la preparación y mantenimiento de cada tramo, el movimiento de tierra y el riego, pero de cualquier forma era tarea monstruosa, despejar, aplanar apisonar, formar las curvas y los peraltes, compactar, todo, todo con  escasas maquinarias, la mayoría tracción a sangre, sin asistencia hidraúlica.

El día de la carrera permitían la entrada a sus propiedades al público que se ubicaba tras los alambrados




Indudablemente lo que mas sobraba era voluntad!. Trabajo arduo el de esa gente. El circuito recibió muy buenas criticas de especialistas del ambiente, que admiró la preparación y presentación de aquella pista. Enviado especial de El Grafico, Ricardo Lorenzo “Borocotó” (el que se pueden escribir con mayúscula)  Señor del periodismo deportivo, se refería a esta obra de esta manera:

“ El circuito esperancino era el mas veloz con que contábamos en esos dias en razón de su trazado tipo óvalo y de lo bien que los organizadores de la prueba solían presentar su suelo. “

En Historia Deportiva del automovilismo Argentino Alfredo Parga, recordado periodista investigador de nuestro pasado automovilístico,  dice:
“Progresivamente creció el atractivo del circuito de Esperanza, un escenario del interior que sirvió para convocar, casi constantemente, a lo mejor del automovilismo nacional. En hombres y máquinas. Una razón fundamental consistía en la posibilidad de desarrollar en un dibujo de 18.797 metros, muy bien atendido, alta velocidad.”
Hay que tener en cuenta la escasa o nula experiencia de esta gente en  la preparación de pistas de carreras, así como la falta de maquinarias motrices, de modo que la mayor parte del trabajo debía realizarse manualmente o con herramientas de  tracción animal. Lo que hace mas encomiable el esfuerzo.

Se corría en sentido contrario a  las agujas del reloj. Se empetroló la recta principal, las anchas rectas a la usanza de la época  estaban flanqueadas por árboles y alambrados, como también las curvas que tenían un desarrollo de 2.128,45 m y 25  de ancho.




El recorrido habitual de la prueba era de 507,519 km. su desarrollo total  insumía unas  3 1/2 horas de carrera y los autos debían parar  para reabastecerse de combustible y aceite, cambiar cubiertas o bujías. Salvo la Bugatti  el resto eran automóviles de calle convertidos a coches de carrera, generalmente por mecánicos argentinos.
En la oportunidad se reunía  lo mas destacado del deporte que nacía,  Bossola se presentaba con Bugatti, Raúl Riganti (uno de los primeros ídolos del automovilismo Argentino) también corredor de motos y conocido por su temperamento dispuesto a todo o nada, un tipo que no sabía de especulación, por eso lo llamaban “Polenta”, anotado con Hudson, Ernanno Blanchiardi  llegaba con un auto que había recogido fama:  Chandler, de la marca originaria de Ohio en USA, que ya era famoso por sus actuaciones.

Emilio Karstulovick, un croata-chileno, periodista,  raidista, entusiasta de cuanto desafío aparecía y mentor de las 500 millas de Rafaela, con un gigantesco Renault, de 9.120 cm3 de seis cilindros.

La expectativa no tardó en confirmarse,  Cesar Castano  anotó su Spa-Castano, un auto que el mismo construyera con chasis Isotta-Fraschini y motor de aviación SPA, con Esteban Balestreti como piloto en la pruebas fijó el récord del circuito en 161kmh, originando un gran revuelo.

Domingo Bucci, un piloto de la zona, puesto que había nacido en San Carlos y tuvo frecuente actuación en  estos pagos, se animaba con un Hudson, al igual que Cesar Scarafía, también un equipo local integrado por Guzzetti-Sepulcri.
Y así había muchos anotados  que prometían un espectáculo a la altura de la expectativa generada por el nuevo circuito super veloz.



ESPERANZA (Santa Fe) en 1925
Pueden imaginarse esta tranquila aldea de 1926 sacudida por tan importante acontecimiento? Nuestras calles, de tierra, se vieron de golpe invadidas por esos rugientes monstruos que iban y venían. Al igual que ocurriera muchos años después con las carreras en Los Toboganes, la ciudad se vestía de fiesta para recibir sus invitados, los pilotos y mecánicos se alojaban en casas de familia y los talleres, garajes o herrerías locales les daban cobijo a los autos, que eran perseguidos por las calles por una formación de chicos y jóvenes a pie y en bicicleta que no querían perderse detalle.

Inscriptos:
Ernesto Bossola-Gregorio Wolovich (Bugatti)
Ismael Aguado-Luis Viglione (Hudson)
Ferroncio Fernandez-Rafael Platino (Stutz) (Palotino?)
Fernando Bini-Lopez Arregui (Buick)
Jorge Perín-J. Colly (Chrysler)
Ernanno Blanchiardi-C.Picarelli (Chandler) (Ficarelli?)
Raul Riganti-Tomás Fahezat (Hudson) (Fabregat?)
Domingo Bucci-H.Salmoceghi (Hudson) (Salmoyaghi?)
Esteban Balestretti-Vicente Fagone (SPA-Castano) (Fagole? Sagone?)
Ernesto Blanco-Juan Maczak (R.E.O.)
Juan Matta-R.Campacci (Auburn)
Cesar Scaraffía- NN (Hudson)
Emilio Karstulovick-S.Pacini (Renault)
Eduardo Dutruel-E.Cagbero (Studebaker) (Cagliero?)
Luis Guzzetti-B.Sepulcri (Nash) <binomio esperancino>
José Desideri-I.Icerra (Chrysler) (Ferra?)


Entre paréntesis los apellidos como aparecen en otras oportunidades.
Ernesto Bossola con Bugatti

El resultado fue el siguiente:
1° Ernesto Bossola – con Bugatti 144.100kmh (3.31.23.2/5)
2º Raúl Riganti Hudson (3.58.18 )
3º Domingo Bucci Hudson
4° Fernando Bini Buick
5° Jorge Perin Chrysler
La Bugatti piloteada por Bossola habría sido propiedad un cordobés el Sr. Horacio Ferreira, dos litros ocho cilindros sin compresor –Type35A “Course Imitation”, con dos carburadores y ruedas de rayos de alambre.

 

Agradecimientio especial José Luis Murgo (www.cocheqargentino.com.ar), Sr.Delfino Grenón(f), Guillermo Sánchez.
Fuentes consultadas: Autorama, Deportivas (ACA), Enciclopedia de Oro del Automovilismo,  Enciclopedia Salvat del Automóvil, FUERZA LIBRE (Guillermo Sánchez), Historia Deportiva del Automovilismo Argentino (Alfredo Parga), Medio Siglo de Automovilismo Argentino (Borocotó).

 

 

                                                               Bocha Balboni
                                                                                     historiasdehya@gmail.com