Las suecas y un homenaje al ACA a cincuenta años del primer GP Standard
Hace nada mas que cuarenta y cinco años “pisotearon” a los que creíamos que tenían que ir a lavar los platos
Por: Bocha Balboni

        
Hubo un tiempo allá por fin de la década del 50, 1957 concretamente,  en que a la costumbre del AUTOMÓVIL CLUB ARGENTINO de disputar un Gran Premio de Turismo de Carretera que recorriera buena parte del país, se le agregó la de correr en forma similar el Gran Premio para autos Standard, es decir autos comunes de calle solo con alguna mínima preparación.

En 1957 ambas categorías iniciaron el Gran Premio juntas, y serían de la partida 40 autos de la nueva categoría y 98 TC, las tradicionales cupecitas, el recorrido totalizaba 4.911 km, en siete etapas saliendo de Buenos Aires tocaba Tucumán como limite norte, San Juan al oeste y Bahía Blanca al  sur. Como referencia: aún Spa, Monza, Siverstone,  escuchaban el sonido del auto del “Chueco” corrigiendo  contravolante un derrape controlado, corría y ganaba campeonatos en Formula 1. Por si los números se te chispotearon.

Así se disputó hasta 1960, en que se dividió en dos Grandes Premios, con cada categoría por su lado.
       
Nuestra generación que nació y vivió en Esperanza a la vera de la hoy ex ruta nacional 166 (hoy provincial N°70 Eusebio Marcilla), tomaba como común en todo el país esa facilidad que teníamos para movernos en la zona y bastante mas allá caminos pavimentados, ignorábamos cuanto faltaba (y seguramente sigue faltando hoy) de rutas  que vincularan otras zonas igualmente importantes, pero mas distantes.
        
El ACA, Automóvil Club Argentino hizo muchísimo por el avance de las rutas y el conocimiento de nuestro país, en tiempos en que no existían la televisión, ni tantas radios, revistas o periódicos como hoy. Podía transcurrir la vida entera sin saber que, aparte de las 14 provincias y sus capitales que nos enseñaban las maestras en la escuela, había ciudades pueblos, parajes y paisajes que nadie nombraba.
        
Hasta geografía aprendimos escuchando y leyendo sobre los Grandes Premios. Los primeros tramos hasta Carlos Paz eran mas menos conocidos y nombrados, Rio IV, Berrotarán, La Carlota, pero a medida que se iba al norte, Guandacol, Huaco, Minas Capillitas, Villa Unión,  y empezábamos a preguntarnos, queeeeeeee?
       
Prendidos a la radio   nos llegaban  esos nombres nuevos como  Amaicha del Valle, Belén, Patquía,  Andalgalá o Nonogasta. Chumbicha?, también.
       
Estos Grandes Premios hacían camino, abrían rutas. Aprendimos que era un guadal, conocimos árboles, plantas y accidentes geográficos (la Cuesta del Totoral, la Cuesta de Miranda) y a la vez acercaban los autos a gente de esos parajes que en ocasiones los veían solo esa vez al año.
       
El ACA como entidad rectora de nuestro automovilismo y delegado  en Argentina de la  F.I.A. sumado  a su  prestigio internacional  convocaba equipos extranjeros para nuestro Gran Premio Standard,   en aquellos tiempos única carrera de velocidad en el mundo que se corría en rutas abiertas, como el TC.
       
La carrera Panamericana se había dejado de hacer,  y como ya hablamos en este espacio de la Mille Miglia también, lo único parecido,  los Rallies, mucho mas civilizados que los actuales pero con la misma modalidad. Casi 4.500 km de rutas no los corría nadie, en ninguna parte, así que Fangio, el periodista Federico Kirbus y la dirigencia de aquellos tiempos fueron convenciendo a automotrices importantes para que vinieran a participar de una experiencia que sin duda dejaría réditos publicitarios importantes.
       
-Cheeeeeeee!, pero bueno,  vas a contar que tienen que ver eso de las “suecas” con esto que parece una lección de geografía?
         
Visto, otra vez, me fui para los churquis…. Quise acercarte al tema y me fui.  Para 1959 se registraba la primera participación de un equipo de fábrica y era extranjero, NSU de Neckarsulm, Alemania en asociación con su licenciataria local Autoar. Entonces, entre los equipos extranjeros fueron viniendo: Saab, Lancia, Studebaker, Pontiac, Volvo a nuestra fiesta anual de automovilismo
       
En 1961 Mercedes pisaba por primera vez el polvo de nuestras rutas con  modelos 220 SEb confiados Walter Schock, Eberhard Mahle  Hans Herrmann y Carlos Menditeguy (Ver AUTOMOVILSPORT.COM-por JMMPR),  ganaba Schock, seguido de Herrmann.

Pero una vez, allá por 1962, a los de Sttugart  entre varios autos tripulados por hombres (Böhringer-Kühne-Menditeguy) se les ocurrió poner uno guiado por mujeres y Ewy Rosqvist acompañada por Ursula Wirth fueron las encargadas de mortificar nuestra profunda convicción machista. Equipo que gerenciaba un antiguo compañero de  Fangio en la F1, herr Karl Kling.

Dos sonrientes y pálidas rubias, ciudadanas suecas, (con todo el misterio que encerraba ese origen después del paso por las pantallas de Ingrid Bergman y Anita Ekberg) que  tras haberse producido inconvenientes y lamentables accidentes en los primeros tramos debieron asumir el compromiso de salvar el honor del  equipo teutón.
 
Mientras que divididos en siete categorías, 258 autos se habían lanzado a cubrir las seis etapas que sumaban 4.438 km. metros mas metros menos. Se largaba en Pilar (P.B.A) el 25 de octubre de 1962.

Con el MB220 n° 711, las chicas se alzaron con las seis etapas ganadas al hilo! Y vos sabés que no lo voy a decir y menos escribir, pero imagináte que diría la hinchada que le rompieron al resto de los participantes… Queda a tu criterio.

Lógicamente por ser de la categoría mayor solo tenían rivales dentro de la misma. Y si a medida que transitamos por la vida nos damos cuenta que poco entendemos de sus misterios e injusticias, que vamos a decir de los misterios o injusticias de las carreras.

Como otros equipos extranjeros Mercedes confiaba autos a pilotos locales. Hubo un inconveniente nunca del todo aclarado  que apareció como inexplicable en que el argentino   primero al fin de la primera etapa, no figurara como entregando en tiempo su hoja de ruta.

Por lo que Menditeguy debió volverse en esta oportunidad a Buenos Aires mascando la bronca. Muy buen piloto, buen deportista, pero a mi juicio nunca un tipo muy disciplinado a la hora de integrar un equipo, creo que fue uno esos que no conoció lo que era la especulación, era de los que salen  con el cuchillo entre los dientes… No se si a Mercedes esto le caería bien. Ojo que no critico, con su plata y sus autos cada uno hace lo que quiere, por algo se integra un equipo, aunque Don Carlos haya sido mi ídolo.

Menos bronca no padecieron los que siguieron porque al fin y al cabo, por muerte vieron mancillado su honor machista, y muchos en su defensa hicieron correr rumores como que había sido Fangio quien piloteaba en algunos tramos. De alguna forma querían salvarse… Gran macanazo porque el “Chueco” siempre fue un tipo limpio, y no desde que no está mas en este mundo… y Ron Dennis no tenía nada que ver con Mercedes…

Llegó a decirse que llevaban tanta ventaja las damas, que antes del final de cada etapa paraban, se cambiaban, arreglaban y al cruzar la meta estaban tan descansadas y perfumadas que lucían como para ir de fiesta!

El prestigioso periodista Federico Kirbus, a quien admiro desde aquellos dias en que leía sus crónicas sobre estos temas, y hoy tengo el orgullo y la emoción de contarlo entre mis corresponsales cibernéticos, me comenta que al final del esfuerzo, en la gala que se brindó en Buenos Aires, Karl Kling le solicitó que tradujera el titulo de La Nación, que decía ROSQVIST Y WIRTH DOS APELLIDOS DIFÍCILES PARA UN TRIUNFO FACIL, al conocerlo el alemán dijo, debería ser al revés: DOS APELLIDOS FACILES PARA UN TRIUNFO DIFICIL.

En efecto, mas allá de la postal de las suecas triunfadoras, la marca de la estrella de tres puntas en el camino habían quedado dos autos, otro  fuera de carrera y lo que fue peor la pérdida de un hombre: Peter Kühne, fatalmente accidentado.

-------------------------------------------------------------

Fuentes consultadas:
Autoclub, Automundo, Autorama, Autosprint, Corsa, El Gráfico,  Enciclopedia Salvat del Automóvil, Enciclopedia de Oro del Automovilismo de Coche a la Vista, Historia del Automovilismo Deportivo Argentino, La Nación, Mecánica Popular, Parabrisas, Rugir de Motores,  Velocidad.